"El panorama global no ha resultado tan adverso como parecía hace cuatro meses pero, en el caso de España, los inversores siguen siendo muy cautos", dijo James Buckley, responsable de la renta variable europea de Baring Asset Management.
"En España, aún quedan por absorber muchos préstamos dudosos de la burbuja inmobiliaria, un nivel muy elevado de desempleo y una economía que no muestra ninguna señal de crecimiento - una mezcla muy tóxica", dijo.
Tampoco desde un punto de vista técnico, el panorama parece muy despejado, dijo Valerie Gastaldy, director general de la firma de análisis técnico Day by Day.
"Hubo un poco de progreso la semana pasada, pero es imposible afirmar que el mercado ha dejado de ser bajista - mientras que nos situemos por debajo de los 8.900 puntos, no hay señales de que algo está mejorando", dijo.
Las preocupaciones del mercado sobre la estabilidad de las finanzas españolas se acentuaron cuando el presidente de Gobierno Mariano Rajoy fijó unilateralmente un objetivo de déficit menos ambicioso, desafiando a la Comisión Europea.
Con esta iniciativa, España volvió a convertirse en uno de los protagonistas de la crisis de la deuda, relegando a un segundo plano a Italia. En el mercado de bonos, la rentabilidad de los bonos españolas a 10 años subía el jueves 7,2 puntos básicos al 5,49%.
Otro indicio para las dudas existentes en el mercado sobre la sostenibilidad del avance eran los futuros de las acciones con vencimiento en mayo, que apuntaban a un descenso del Ibex hasta los 8.310 puntos desde el cierre de ayer de 8.490 puntos.
ELEVADA MOROSIDAD
Los bancos, que ponderan con un 35% en el Ibex-35, se han convertido en un gran lastre debido al fuerte incremento de la morosidad hasta un nuevo máximo de 16-1/2 años el pasado mes de enero.
Así, los llamados "short sellers", inversores que apuestan por un descenso de los precios tomando prestadas acciones y vendiéndolas para su posterior recompra a un precio más bajo, han vuelto a centrarse en los bancos tras levantarse el mes pasado la prohibición de tomar posiciones cortas en el sector financiero español.
Los datos de la sociedad de análisis Data Explorers muestran que Banco Sabadell soporta la presión de un 12,2% de sus acciones prestadas a terceros, un incremento del 2,5% desde febrero. En el caso de Banco Popular, el volumen de acciones prestadas asciende al 9,3% en marzo desde el 7,9% en el mes anterior.
"Los inversores que apuestan por posiciones cortas han sido muy buenos a la hora de identificar acciones individuales o sectores que se comportan peor que el mercado, así estas posiciones sirven como buen indicador para la tónica reinante en los mercados" dijo David Carruthers, director de Data Explorers.
En términos de precio/beneficio, el Ibex-35 cotiza ahora a 10,6 veces los beneficios a 12 meses frente a un ratio más alto de 11,4 veces del índice italiano FTSE MIB y el 11,1% del Euro STOXX 50, pero los analistas no descartan que el ratio para España siga bajando en los próximos meses.