La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

¡Adiós Grecia. Adiós!

Martes, 14 de Julio de 2015 Santiago Niño Becerra

Pienso que lo que ha sucedido con Grecia es una especie de cocktail en el que figuran los siguientes elementos:

- Una economía que fue introducida en el euro –en el que nunca debió entrar cuando ni como entró– para hacer negocios en ella y con ella, para lo que se aceptaron todos los apaños estadísticos que fue conveniente hacer.

- El agotamiento de una realidad virtual que ya no da más de sí y que ha desembocado en una deuda impagable, en una situación social de miseria de facto, en una realidad de quiebra técnica.

- Una absoluta falta de expectativas de un modelo absolutamente insuficiente, no ya para garantizar un crecimiento suficiente, sino para autosostenerse.

Cuando ya ha quedado meridianamente claro que Grecia no podía pagar nada más ha sido introducida una nueva variable: no proponer ‘el salvamento’ suponía que Grecia se iba a convertir en una apestada a la que todo el mundo le negaría el pan y la sal; salvamento que supone el desguace del país a fin de destinar la chatarra obtenida a reducir una deuda inconmensurable.

Se alcanza un acuerdo, Grecia se convertirá en un protectorado de la UEM teledirigido por la CE y el BCE y auditado por el FMI sin expectativa ninguna por tener su futuro hipotecado y donde la emigración masiva será la salida más viable. Evidentemente, en ese entorno da exactamente lo mismo el color del partido que gobierne en Grecia ya que su poder de decisión será nulo. Salvando las distancias y para buscar algún símil, pienso que Grecia se va a convertir en una especie de Japón tras la II GM donde quien efectivamente gobernaba era una administración estadounidense aunque en este caso no sea un militar quien se halle al frente de la misma.

También pienso que la salida que se ha dado al asunto griego no ha sido un aviso a navegantes, entre otras razones porque ningún otro miembro del euro se halla en una situación tan deplorable como Grecia: de momento no ha habido ningún otro país que haya impagado nada, simplemente se ha ido a recuperar lo máximo posible de alguien que ya está en estado comatoso, para lo cual hacía falta un tercer rescate: poner encima de la mesa 78 mM a repartir entre todos para poder explicar a las opiniones públicas de los países que se van a recuperar 317 mM. Una entelequia con la que se gana tiempo.

La realidad es que ni Grecia ni nadie puede pagar todo lo que debe, pero lo malo para Grecia ha sido que para sus acreedores Grecia ya no valía nada por lo que su problemática importaba menos que nada, razón por la que puede exigírsele cualquier cosa aunque sea un imposible.

Lo que sí será, sigo pensando, un aviso a navegantes será lo que sucederá si Grecia, tras el Verano o el año que viene, tira la toalla y dice que no sigue y se va. Entonces alguien recordará lo que pasa cuando los países se enfrentan a Los Mercados que, no debe olvidarse, son quienes votan cada día.

Entonces, ¿por qué el referéndum del día 5? Pues porque si hubiese ganado el ‘Sí’ ese Sí se hubiese utilizado como justificador de lo mismo que ahora se ha impuesto a Grecia habiendo ganado el ‘No’, lo que pone de manifiesto que lo que vote el pueblo tanto da ya que hay que hacer lo que hay que hacer, y los gobernantes, independientemente de lo que prometan, son quienes deben hacerlo … porque Los Mercados votan cada día y son quienes verdaderamente tienen sentido de Estado.

Continúan faltando ideas independientemente de que algunas economías tengan muchos recursos. Grecia ya está amortizada: hace unos días decía que Grecia estaba empezando a dejar de estar de moda porque ya nada queda por añadir. Ahora el país puede que entre en una espiral descendente y se convierta en un Estado fallido cuya población más preparada y joven inicie un éxodo que le convierta en una zona en sombras, pero el problema de verdad llegará cuando otra economía de la zona euro diga que ya no puede pagar más o Los Mercados decidan que no puede pagar más. El problema de lo que se ha hecho con Grecia, pienso, radica en que se puede hacer una vez, pero si se intenta de nuevo se pondrá en entredicho la propia naturaleza de la UEM y se volverá al año 1993 y a la pregunta que entonces se resolvió mal: ¿cuántos países deben formar el euro?.

Al cocktail añádanle unas gotas de angostura, mucho hielo para enfriar y para abrir elconjunto, mezclen en vaso mezclador sin agitar demasiado, y sírvanlo en copa cónica tras colar. Adórnenlo con un poco de apio muy verde para añadir amargor.

[Volver]