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Balanzas fiscales

Jueves, 24 de Julio de 2014 Santiago Niño Becerra

Sobre la publicación de las balanzas fiscales regionales de España la magnífica noticia es que se han publicado datos oficiales: o-fi-cia-les. Ahora ya tendrá que abandonarse el ‘me parece’, ahora hay números sobre los que discutir. Yo, de entrada ya digo que no estoy de acuerdo con el método escogido para el cálculo: ¿me pueden decir en qué beneficia a una persona empadronada y residente en Arriondas, municipio de Asturias, una mejora en los accesos al Alcázar de Toledo?. Pero eso también se discutirá, y lo deberán discutir los técnicos; o sea que a partir de ahora los políticos, todos, han de estar callados.

Cuando se discuta sobre eso posiblemente se llegue a poner sobre la mesa la razón por la que hace 34 años se redactó y promulgó la LOFCA, pienso que un sinsentido de ley que tan sólo pretendió crear bolsas de dependencia y clientelismos políticos; pero claro, 1975 aún estaba muy cercano.

Tal y como han transcurrido estos 34 años de financiación regional en España podría deducirse que cuando se diseñó el mapa regional de España nadie que jugó un papel en el tema se preguntó: tal región, ¿es sostenible?, o si se lo preguntó primaron otras razones que no fueron técnicas, sino políticas.

Y cuando empezaron a traspasarse competencias a esas regiones diseñadas sobre un mapa tampoco nadie se cuestionó si las regiones podían hacerse cargo de las competencias que se les estaban traspasando y que en algún caso se obligó a aceptar.

En España, en 1980, un país en su conjunto pobre y limitado (hoy igual de limitado y un poco menos pobre), había regiones que generaban PIB porque tenían capacidad para hacerlo y capacidad para generar más y otras cuya capacidad era menor o mucho menor. Por lo que se optó fue por menoscabar la capacidad de crecimiento de las que más crecían y traspasar esos fondos a las que menos crecían … pero sin un auténtico plan de crecimiento. ¿Nunca han tenido curiosidad en ver la lista de en qué se ha gastado lo que en estos 34 años se ha traspasado de las regiones dadoras a las regiones receptoras?. Tomen una región receptora, ¿son sus expectativas de crecimiento hoy mayores de lo que eran en 1980?. Sus expectativas, no su renta. Es decir, ¿se han gastado bien los fondos traspasados?.

Dijo el Dr. De La Fuente al presentar el informe “Es mi opinión, no la del Ministerio de Hacienda, pero no se está cumpliendo el principio constitucional de que no haya privilegios económicos y sociales en virtud del territorio en el que se vive” (El País 24.07.2014, Pág. 10). Pues sí: ese teórico principio de que la financiación por habitante debe ser igual no se cumple: ¿por qué, y es uno de los cientos de ejemplos que pueden ponerse, el gasto sanitario por habitante es mayor en algunas de las regiones que reciben que en las que dan?. Es decir, ¿por qué los residentes de una región que da se han de quedar en una situación peor después de dar que los de otra que recibe tras recibir? Ilógico e injustificable, ¿verdad?.

Se ha dejado que este tema de la financiación regional se esté pudriendo durante 34 años. ¡A ver si de una vez se aborda sacando de él razonamientos políticos que a ninguna parte llevan!.

(Por cierto: a diferencia de lo que algunos argumentan, los impuestos no los pagan las personas, los paga el PIB, y el PIB lo generan los factores productivos. La diferencia es abismal).

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