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BOLSAS, el Ibex 35 se deja un 4,6% en 2012 y se sitúa en su nivel más bajo desde 2003

Lunes, 31 de Diciembre de 2012 Redacción

Finaliza la última sesión del año con un cierre plano en la bolsa española, alzas en el índice francés superiores al medio punto porcentual, y caídas en el FTSE 100 de tres décimas porcentuales. Poco volumen al ser media sesión, y con el cierre de gran parte de las bolsas europeas. Tranquilidad también en el mercado de deuda, de divisas y de materias primas.

 

Poco que analizar de la jornada de hoy. Los inversores siguen a la espera de las negociaciones de última hora sobre el precipicio fiscal en EE.UU., con el consenso situado en que no se alcanzará el acuerdo, aunque quedan aún algunos optimistas que creen que se podría anunciar un compromiso parcial a última hora del día de hoy, o mañana por la mañana.

A parte de eso, nada destacable.

El Ibex 35 ha cedido un 4,6% en el conjunto de 2012 y ha enlazado su tercer año consecutivo en pérdidas, lo que le ha llevado a fijar su nivel más bajo desde 2003. El Ibex ha acumulado tres años consecutivos de pérdidas tras el recorte del 13,11% en 2011 y del 17% que sufrió durante 2010, año en el que se empezó a cuestionar la viabilidad de las cuentas públicas de España con la rebaja de 'rating' por debajo de la excelencia de la triple A.

En 2008 el desplome derivado de la quiebra de Lehman Brothers propició el mayor descalabro del selectivo, cuando perdió un 39%, que fue parcialmente compensado con el impulso del 30% que se anotó el selectivo en 2009. La crisis latinoamericana en 2002 minó al Ibex un 28,11% y el pinchazo de la burbuja tecnológica en 2000 lastró al selectivo un 21,75%, la segunda y tercera mayores caídas de la historia.

Ha sido un año complicado.

Muy complicado. En momentos se ha tambaleado seriamente el proyecto europeo. Las instituciones europeas, principalmente el Banco Central, con el nuevo liderazgo de Mario Draghi, ha tenido una actitud excepcionalmente proactiva, a la que no estábamos acostumbrados, lo que reforzó sin duda la UE.

"Haremos lo que sea necesario para salvar el euro". Esta declaración de Mario Draghi a finales de julio cambió radicalmente, en nuestra opinión, el escenario de la crisis europea. Hasta ese momento los mercados (gran parte por especulación), estaban castigando fuertemente a la deuda italiana, y sobre todo a la española. La crisis griega, que ha provocado una depresión en el país sin parangón, amenazaba con extenderse a las economías de estos países. Si eso se hubiera producido, realmente el proyecto europeo hubiera corrido grave peligro.

Pero el BCE, en voz de su presidente, decidió utilizar todo su poder monetario para evitar este contagio. La herramienta utilizada fue muy simple. "Amenazar" a los mercados con comprar sin límites en el secundario deuda de los pa&´ses que así lo solicitaran. El efecto fue inmediato. ¿Quién querría ponerse corto en un activo de deuda de la periferia europea, sabiendo que en cualquier momento podría salir el BCE a comprar todo lo que hubiera en mercado y subir los precios de una manera vertical? Nadie.

Las primas de riesgo se relajaron, el inminente rescate financiero de España dejó de ser inminente, se dejó tiempo a los políticos para que implementaran sus medidas de austeridad, y la situación se calmó. Tanto en Europa, como en el resto del mundo.

Los miedos a una ralentización económica global resultaron exagerados, y parece que la recuperación de la actividad, encabezada por la economía China, se está afianzando.

La recuperación en EE.UU. depende de si finalmente los políticos podrán acordar un pacto que evite el fiscal cliff. Este ha sido el foco principal de los inversores en la última parte del año. Las esperanzas de acuerdo eran muy elevadas hace algunas semanas. Ahora se centran en un acuerdo parcial en la primera mitad de enero. Veremos.

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