La producción para este año llegará a 16,6 millones de toneladas, lo que supone un descenso superior al 25% respecto a los 22,2 millones de toneladas de la campaña anterior, según las previsiones de Cooperativas Agroalimentarias. A ello se une la tendencia alcista del consumo en China o India, lo que puede provocar un shock similar al de 2007
Lucas Ferreras, presidente de la sectorial de cultivos herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias, apunta la dificultad de hacer una previsión sobre los precios ante la volatilidad de los mismos y los múltiples factores que intervienen en su constitución. “Si la cosecha en EE UU o en los principales productores de Suramérica va mal y el precio del petróleo sigue subiendo, prevemos que pueda haber tensiones en los precios”, señala Ferreras, quién añade un punto más a su argumentación: la posibilidad de que la demanda de los países del norte de África se ralentice.
Respecto al posible encarecimiento del petróleo, Ferreras apunta que si el barril sigue subiendo por encima del nivel actual (70 dólares), provocará un fuerte incremento del consumo de maíz dirigido hacia la producción de bioetanol, lo que presionará al alza a los precios.
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