La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

Cuando la tecnología se venga

Jueves, 05 de Noviembre de 2020 Carlos Montero

“Si bien los autos desbocados y los humanos vengativos unidos pueden ser materia de ciencia ficción, la tecnología realmente puede vengarse de nosotros. Ver la tecnología como parte de un sistema complejo puede ayudarnos a evitar costosas consecuencias no deseadas. Esto es lo que necesita saber sobre los efectos de la venganza”, comentaban recientemente los analistas de FS en un interesante artículo. Según muchas métricas, la tecnología sigue mejorando nuestras vidas. Vivimos vidas más largas, saludables y ricas, con más opciones que nunca para cosas como educación, viajes y entretenimiento. Sin embargo, a menudo existe la sensación de que hemos perdido el control de nuestra tecnología de muchas maneras y, por lo tanto, terminamos siendo víctimas de sus impactos imprevistos. 

Edward Tenner argumenta en Why Things Bite Back: Technology and the Revenge of Unintended Consequences que a menudo tenemos que lidiar con "efectos de venganza". Tenner acuñó este término para describir las formas en que las tecnologías pueden resolver un problema mientras crean problemas adicionales peores, nuevos tipos de problemas o trasladan el daño a otra parte. En resumen, muerden. 

Aunque Why Things Bite Back se escribió a fines de la década de 1990 y muchos de sus ejemplos y detalles específicos ahora están desfasados, sigue siendo una lente interesante para considerar los problemas que enfrentamos hoy. Los efectos de la venganza que Tenner describe todavía nos persiguen. A medida que el mundo se vuelve más complejo e interconectado, es fácil ver que aumentará el potencial de consecuencias no deseadas. 

Por lo tanto, cuando introducimos una nueva tecnología, sería prudente considerar si estamos interfiriendo con un sistema más amplio. Si ese es el caso, deberíamos considerar lo que podría suceder más adelante. Sin embargo, como Tenner deja claro, una vez que los factores involucrados se vuelven lo suficientemente complejos, no podemos anticiparlos con precisión. 

La noción de efectos de venganza puede ayudarnos a comprender mejor el impacto de intervenir con sistemas complejos. Pero debemos tener cuidado. Aunque el pensamiento de segundo orden es invaluable, no puede predecir el futuro con total precisión. Comprender los efectos de la venganza es principalmente un recordatorio del valor de la precaución y no de los riesgos específicos. 

Tipos de efectos de venganza 

Hay cuatro tipos diferentes de efectos de venganza, que se describen a continuación: 

Efectos repetidos: ocurren cuando procesos más eficientes terminan por obligarnos a hacer las mismas cosas con más frecuencia, lo que significa que no liberan más tiempo. Mejores electrodomésticos han llevado a estándares más altos de limpieza, lo que significa que las personas terminan dedicando la misma cantidad de tiempo, o más, a las tareas del hogar. 

Efectos de recomplicación: ocurren cuando los procesos se vuelven cada vez más complejos a medida que mejora la tecnología detrás de ellos. Tenner da el ejemplo actual de que los números de teléfono se alargan con el abandono de los teléfonos de disco. Un ejemplo moderno podrían ser los sistemas de iluminación que deben operarse a través de una aplicación, lo que significa que un visitante no puede simplemente accionar un interruptor. 

Efectos regeneradores: ocurren cuando los intentos de resolver un problema terminan generando riesgos adicionales. Atacar las plagas con pesticidas puede hacerlas cada vez más resistentes al daño o matar a sus depredadores naturales. El uso generalizado de antibióticos para controlar ciertas afecciones ha dado lugar a cepas de bacterias resistentes que son más difíciles de tratar. 

Efectos de reordenamiento: ocurren cuando los costos se transfieren a otra parte, por lo que los riesgos cambian y empeoran. Las unidades de aire acondicionado en el metro enfrían los trenes, mientras liberan calor adicional y calientan los andenes. Las aspiradoras pueden arrojar gránulos de ácaros del polvo al aire, donde permanecen suspendidos y se respiran más fácilmente. Proteger las playas de las olas transfiere la fuerza del agua a otra parte. 

[Volver]