Y seguimos hablando de prioridades. En este caso partiendo de la posible “tercera ola de la Crisis” , por lo que respecta a su impacto en las economías emergentes. Durante el fin de semana hemos escuchado al Director Gerente del FMI expresar su decepción ante la ausencia de acuerdos concretos para asistir a los países del Este de Europa a nivel coordinado de la EU. Habría, probablemente, seguramente, acuerdos bilaterales en caso de que algún país tenga problemas. Incluso dentro del Euro, cuando ayer Almunia admitió que no sería precisa la asistencia del FMI en este último caso. Pero, volviendo de nuevo a los países emergentes, ayer el FMI consideró que habría hasta 22 países que pueden tener necesidades relativamente rápidas de financiación por un importe que puede superar los 140 bn.$.
La Crisis financiera ya está superada. Pero es la Crisis económica, en los desarrollados y en las economías emergentes lo que debe ser prioritario combatir en estos momentos. Y hoy por hoy no hay alternativas a que el sector público siga liderando la inyección de fondos. ¿Cuál es el límite? El martes Geithner admitió que en la actualidad no se conoce realmente el coste de reforzar a la banca. Depende, es evidente, de la duración y profundidad del deterioro económico. Y claro, también depende de la propia evolución de los mercados financieros. Pero Bernanke admitió que un nivel de deuda pública superior al 60 % del PIB, una cifra que probablemente ya se ha alcanzado, sería muy preocupante en términos de sostenibilidad de las finanzas públicas. Pero, ¿cómo evitar que rebase este límite si las medidas impuestas hasta el momento vuelven a fallar? El paso del tiempo aquí no es gratuito.
Actuar de forma flexible, aunque también gradual; admitir la realidad del escenario; estar abierto a tomar las decisiones que sean necesarias: estas son las claves de actuación para los bancos centrales, tal como nos las ha presentado Suda del BOJ. Pero, es claro, el margen de maniobra desde las autoridades japonesas sí está realmente limitado en estos momentos. Es por ello que esperamos más caídas del JPY a corto plazo, pese al desapalancamiento que aún observamos en las posiciones cortas en yenes. El BOJ ha comenzado a comprar deuda corporativa, continuando con la compra de papel comercial de un mes atrás. Y el MOF discute la posibilidad, muy real, de soportar las bolsas mediante compras directas.
Las bolsas, su evolución e inestabilidad, también son un factor de preocupación para las autoridades. El martes Obama, pese a la publicación de un descenso del 7.7% en las ventas de viviendas en enero y caída del 40 % en las ventas de autos de febrero, consideró que el crédito volverá a fluir de nuevo y que la bolsa en estos niveles es una buena oportunidad a medio y largo plazo. Ya lo saben.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España
[Volver]