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Demanda de trabajo

Martes, 29 de Septiembre de 2015 Santiago Niño Becerra

He lanzado al aire la idea en incontables ocasiones. Vuelvo a hacerlo.

El Círculo de Empresarios ha sugerido que debería abaratarse el despido . La idea que he propuesto –insisto: en innumerables ocasiones, a ver si ahora si– es la siguiente.

Pienso que debería realizarse las siguientes preguntas a todas las asociaciones empresariales, grandes y pequeñas, nacionales y regionales:

1 – Imaginen que mañana se instaurase en España el despido libre, pero libre, libre, de ahora para luego, y sin indemnización alguna; imaginen que fuese anulado el derecho de huelga; e imaginen que los salarios se fijasen según mercado. Pregunta: ¿cuánto empleo estiman que crearían? Tanto en horas de trabajo como en personas equivalentes, y según tipo de contrato: indefinido a tiempo complejo, ídem a tiempo parcial, temporal a tiempo completo y parcial, y desglosando por duración en días dichos contratos.

2 – Las mismas preguntas anteriores, añadiendo el supuesto de que las cotizaciones sociales empresariales descendiesen: a) el 15%, b) el 25%, c) el 35%.

3 – Las mismas preguntas sumando el que las figuras ‘en prácticas’, ‘becarios’ y similares desapareciesen.

Y asegurando a tales asociaciones que, como el objetivo es aumentar la población ocupada, en función de sus respuestas las propuestas podrían aplicarse, pero, evidentemente, el empresariado debería responsabilizarse de sus estimaciones de demanda de trabajo.

¿Qué creen Uds. que responderían esas asociaciones empresariales? ¿Saben lo que yo pienso? Pues que prácticamente ninguna respondería a la encuesta porque la demanda de trabajo, en España más que en otros países, no depende de esos parámetros sino de que las empresas tengan pedidos, es decir, que haya actividad económica.

Cuando ‘España iba bien’ la tasa de desempleo fue la más baja de la España postfranquista, y sin embargo ni era libre el despido, ni era barato, había huelgas, y las cuotas empresariales de la seguridad social eran las que eran.

Pienso que se está vendiendo un mensaje perverso. ‘Si Uds. trabajadores, aceptan peores condiciones de trabajo y más precariedad las empresas contrataremos más. Estarán más fastidiados, pero al menos estarán ocupados’. Cuando ni los empresarios ni nadie, en el sistema capitalista, puede garantizar una demanda de trabajo.

España sigue igual: intentando arañar competitividad empeorando las condiciones laborales, abaratando el trabajo. Y no se hace por sadismo, que va. Pura y simplemente es porque ni se sabe ni se puede hacer de otra manera.

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