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El verdadero temor que Europa tiene sobre Grecia

Jueves, 18 de Junio de 2015 Carlos Montero

Hay un temor oculto que recorre las instituciones europeas sobre Grecia. Mantiene a los líderes europeos despiertos por las noches en Bruselas y a los banqueros dando vueltas en sus camas. ¿Cuál es?

No es que Grecia salga del euro, ni que los griegos sufran una crisis económica terrible. El temor es que si Grecia sale del euro, el país volverá a la prosperidad - y luego otros países podrían seguir su ejemplo.

Echen un vistazo al gráfico adjunto (vía Brett Arends, Marketwatch). Como se puede ver, Grecia crecía el doble con el dracma que con el euro. El doble. Y no era el único.

Italia, España y Portugal cuentan historias similares. Su crecimiento económico allá por los años 1980 y 1990, cuando tenían la lira, la peseta y el escudo, superaba con creces al obtenido con el euro dominado por Alemania.

El coste real del euro (crecimiento medio del PIB real por persona y año)

 

Al parecer tener el control de tu propia moneda nacional y tu propia política monetaria, funciona bien cuando tienes tu propio gobierno y tu propia soberanía nacional. ¿Les sorprende?

Los datos de esa tabla provienen de la base de datos del Fondo Monetario Internacional. Muestran el crecimiento económico real en cuatro monedas del sur de Europa antes del euro, desde 1980 a 1998, y en el período transcurrido desde que la moneda única se lanzó a principios de 1999.

Por supuesto, hay muchos factores que están involucrados. No es sólo el euro. Por otra parte, la moneda única europea se vendió como un proyecto mágico que transformaría las fortunas económicas de todos los ciudadanos. Se les dijo que renunciaran a su soberanía e independencia a cambio de enormes beneficios económicos.

En cambio, el euro "financiarizó" sus economías - inundándolas con toneladas de dinero barato y creando esquemas piramidales gigantes que ahora se han derrumbado.

A los pueblos de Europa se les dijo que el euro traería estabilidad. No tiene.

Se les dijo que traería prosperidad. Pero no la tienen.

Se les dijo que traería crecimiento. No lo tienen.

¿Son los griegos sólo un montón de vagos, tal y como a los vagos bebedores de Champagne les gusta afirmar en Bruselas?

Antes de entrar en el euro, los griegos lograron un crecimiento real del 4% al año y una tasa de desempleo media del 7,7%.

Desde que aceptaron el abrazo financiero cálido de Bruselas, Frankfurt y Berlín, Grecia ha logrado un crecimiento del 2% anual y una tasa media de desempleo del 14%.

En otras palabras, Grecia bajo el euro tuvo la mitad del crecimiento, y el doble de desempleo que con el dracma.

Islandia pasó por una crisis financiera enorme en 2007-2009, al igual que Grecia. Pero Islandia es un país soberano con su propia moneda. La corona islandesa se desplomó frente al euro. Una corona barata ayudó a Islandia a volver a levantarse.

Eso es lo que se consigue cuando se tiene una moneda propia.

En realidad no es una sorpresa que los movimientos anti-sistema hayan aumentado en España, Italia y Portugal, así como en Grecia.

Los países que se incorporaron al euro han perdido soberanía y crecimiento. ¿Por qué el primer ministro de Grecia tiene que pedir permiso a la canciller alemana antes de cambiar su política nacional de pensiones? ¿Por qué tendría  que aceptar lo que dicen los acreedores sobre que tiene demasiados estudiantes de postgrado?

Hoy en día, a los griegos les están advirtiendo, una vez más, sobre la fatalidad, la decadencia y el desastre que sufrirán si salen del euro y vuelven al dracma.

No importa que la fatalidad, la decadencia y el desastre sea lo que único que han obtenido en los últimos ocho años bajo el euro.

 

Fuentes: Brett Arends, Marketwatch

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