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¿Es posible anticipar un deterioro severo de la economía y los mercados?

Sabado, 12 de Agosto de 2017 Redacción

Continuamente hay análisis que predicen la llegada de una nueva gran crisis con argumentos más o menos creíbles. Es inevitable, por tanto, que cuando se produce alguna siempre ha habido quién “la ha anticipado”. Incluso en ocasiones los argumentos que se han manejado para anticiparla coinciden con la cadena de acontecimientos que ponen en marcha la crisis por lo que podría decirse que realmente han sido capaces de predecirla. Sin embargo, incluso en estos casos puede argumentarse que ha habido algo de “suerte” en la predicción en el sentido de que el momento concreto en que estalla una crisis y su magnitud no están predeterminados. No es posible, por ejemplo, demostrar objetivamente porqué las grandes crisis de 1929 y 2008 empezaron en ese momento y no algunos años antes o después. En todo caso es evidente que grandes cataclismos como esos tienen algo en común que es un período previo de crecimiento excesivo con severos desequilibrios de la economía, acumulación insostenible de crédito, burbujas en el precio de los activos, etc. En este sentido nos parece evidente que ahora no estamos ni remotamente ante una nueva crisis de dimensiones históricas como las mencionadas.

La experiencia japonesa. El que no haya un gran cataclismo económico no significa sin embargo que no podamos encontrarnos con crisis de mercados importantes. La experiencia de Japón de las últimas décadas sería un claro ejemplo. Después del estallido de la burbuja a principios de los 90’, Japón ha entrado en un largo período de crecimiento débil y baja inflación, salpicado con numerosas recesiones. En la Bolsa se ha traducido en un gran mercado lateralbajista con una alternancia de ciclos alcistas y bajistas en la Bolsa pero sin conseguir realmente mantener una tendencia alcista a largo plazo. Si comparamos la evolución del Nikkei con el S&P 500 vemos que fue sobre todo en el período 1990-2000 cuando se produjo la gran divergencia entre ambos. Desde 2000 su movimiento ha sido más acompasado aunque también se aprecia una diferencia importante. El último gran ciclo alcista desde 2009 ha sido más intenso en el S&P 500 que ha superado los máximos de 2000-2007. El Nikkei, por el contrario, se encuentra “atascado” en lo que sería sus niveles equivalentes de 2000-2007 que coinciden además con una zona de resistencia relevante que se formó durante los años 90’. Esta zona de resistencia se corresponde con la banda de los 21.000-22.500 puntos y su superación rompería la gran estructura lateral del Nikkei vigente desde hace 25 años.

Los ciclos económicos desde 1990. Aunque el estallido de la burbuja se inició en 1989 el proceso de deterioro de la economía fue muy gradual en Japón. Hubo una primera recesión muy breve y suave en 1994 pero fue realmente en 1998-2000 cuando se produjo la primera recesión fuerte y prolongada ligada a la gran crisis asiática a partir de 1997. Las sucesivas recaídas en 2001, 2009, 2012-13 han coincidido con acontecimientos globales que han afectado a una economía muy exportadora como la japonesa. Ninguna de estas recesiones vino precedida de señales de alerta salvo el estallido inicial de la burbuja en 1989. No se trataba de escenarios de “fin de ciclo” que pueden anticiparse de alguna forma por los desequilibrios de la economía o la formación de grandes burbujas. Simplemente la economía entraba en recesión con facilidad como si estuviera en una situación de gran fragilidad sensible a cualquier shock externo o cambio de sentimiento interno. Lo que en otras economías eran simples desaceleraciones dentro de una fase expansiva en Japón se convertían en recesiones con fuertes tensiones deflacionistas. En este sentido era muy difícil anticipar estas recesiones. Indicadores de confianza como el Tankan (confianza empresarial) se mueven de forma muy coincidente con la propia economía de forma que cuando daban una señala de alerta (niveles inferiores a cero) la economía ya estaba entrando en recesión.

El Nikkei como indicador adelantado. Como suele suceder casi siempre el indicador que se adelantaba al resto en los giros cíclicos era el propio Nikkei. Como se aprecia en el gráfico siguiente el Nikkei siempre ha anticipado los techos cíclicos de la economía por lo que es muy difícil cuando se inicia una corrección saber si la economía va camino de una recesión o si, como ha sucedido en el período 2015-16, se trata de una simple corrección del mercado. En principio la situación actual del Nikkei y del Indice Tankan apunta a la continuidad del ciclo de crecimiento en próximos meses. La superación de la zona 21.000-22.500 reforzaría enormemente las expectativas de una fase expansiva sostenible de la economía japonesa en próximos años.

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