“...Bancos y cajas de ahorro nos hemos lanzado a una guerra del pasivo, que para los más jóvenes es algo nuevo, pero muy conocido para los más viejos y expertos ahorradores. Los altos tipos que ofrecen las entidades de crédito en coyunturas de bajos tipos de interés oficiales, como la actual, es el reconocimiento de que los bancos y cajas de ahorro lo estamos pasando mal. Es decir, tiene un efecto contrario al esperado y en mi oficina hay más retiradas de dinero, reembolsos de fondos y cambios de instrumentos de ahorro, por ejemplo, de depósitos a Letras del Tesoro, que otra cosa. Esto pinta cada vez peor…”, me contó ayer la directora de una sucursal de uno de los dos grandes bancos españoles ubicada en la city madrileña.
HabíÑ‚Âa a mediodíÑ‚Âa de ayer muchos clientes en esta sucursal. “Hola, buenos díÑ‚Âas, soy periodista ¿Le importa hablar un minuto conmigo, respetando su identidad”. “DíÑ‚Âgame”, me contesto educado “¿Cuál es el motivo de su presencia hoy en el banco, cuál su preocupación?, le pregunté. “Tengo algún amigo arruinado con los estructurados de Lehman, que ha comercializado, precisamente este banco, entre otros bancos más. Se ha arruinado por ignorancia, pese a ser millonario antes del fiasco. Se ha arruinado por no leer la letra pequeña. Llevo varias noches sin dormir o con pesadillas, leyendo y consultando manuales para certificar qué es lo que puede suceder con mi dinero si el banco quiebra. O mejor dicho, cómo puedo salvar mi dinero en éste banco en el supuesto de que éste banco quiebre…”
“...Por eso he cambiado los depósitos, fondos e imposiciones que teníÑ‚Âan mis hijos y yo a instrumentos del Tesoro, en concreto a Letras entre 6 meses y 1 año. Hoy se que si el banco quiebra, yo seguiré con mi dinero, porque antes quebrará el banco que el Estado español. SíÑ‚Â, síÑ‚Â, usted puede decirme que es una paranoia y que la banca comercial no va a quebrar, porque el Estado español no le va a dejar. Pero no me fíÑ‚Âo. A veces sueño con esa pelíÑ‚Âcula de Garci que se va a estrenar ya, Sangre del 2 mayo. Sueño con las estampas de Goya, las del fusilamiento. Es una alegoríÑ‚Âa, pero sueño con ellas...”
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