La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

Grúa es en España sinónimo de crecimiento y de bienestar. Ya hay algunas grúas en el cielo

Martes, 19 de Mayo de 2015 Moisés Romero

Grúa es en España sinónimo de crecimiento y de bienestar. Especuladores, inmobiliarios y constructores han estado escondidos en sus madrigueras, como los conejos del Desierto del Sur, seis años, desde que las grúas dejaron de surcar los cielos de España y el paro desbordó las peores previsiones. Entonces, sí. Entonces se proclamaron los excesos inmobiliarios, el allanamiento de playas y vergeles, de páramos y desiertos donde vivían especies protegidas, que ya han perecido. Entonces, sí. Entonces dijeron que los precios inmobiliarios alcanzaron niveles irracionales y que tal exuberancia ha hecho que la Crisis en España haya sido más atroz y duradera que en el resto del Mundo…Salvo en China ¿Pero quién conoce con exactitud, o, si se quiere, con un poco de aproximación, lo que sucede en China?...Esa es otra historia. La Carta de hoy no es poesía. Es la estampa en la que aparece alguna grúa surcando el cielo. Pero sólo alguna. Que nadie descorche botellas, aunque muchos ya lo hacen después de esos seis años ¿O son más? de una España vacía de grúas, que equivale a una España desnuda.

 “Con la primavera han llegado las primeras ventas de inmuebles y, principalmente, una avalancha de gente pidiendo referencias, precios y zonas”, me decía hace unas semanas un empresario malagueño, que ha logrado sobrevivir a la Crisis. “El año pasado se detectó una venta importante de gangas, principalmente de los bancos, que son nuestros principales competidores en estos momentos. Inmuebles por debajo de los 100.000 euros"...

"En la actualidad la demanda (o el interés comprador) ya va de los 150.000 euros el inmueble en adelante, aunque sin superar los 300.000 euros. Los propietarios de viviendas de primera fila al mar se han enrocado. Es difícil encontrar buenas oportunidades...”

"Al otro lado de la carretera, ya en los aledaños de la montaña y en la montaña misma, hay para dar y tomar ¿No se ha fijado que ya no hay grúas en la Costa del Sol? Hay mucho inmueble por vender y, además, ya no queda espacio para construir...”

 

“¿Y qué hacemos con los críos seis años después? Muchos dejaron el Instituto para ir al tajo: dinero fácil, abundante, que emplearon para comprar a crédito coches de gran cilindrada o dar la primera entrada para un piso. La mayor parte de ellos no pudo pagar ni el BMW ni el piso. Muchos volvieron a casa con sus padres ¿Qué hacemos con los críos? ¿Qué hacemos nosotros si no sabemos hacer otra cosa…? El turismo es nuestra tabla de salvación...”, sentencia.

Eso ocurre en la Costa del Sol y en otras zonas de España. No obstante, se divisan en el horizonte de grandes ciudades como Madrid grúas en el suelo de barrios muy próximos a la capital. Y dentro de la capital, solares que han estado vallados y cubiertos de suciedad durante muchos años, abren sus puertas a las máquinas excavadoras. Algo se mueve. Pero poco, lento y caro.

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