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La banca busca la liquidez del BCE para financiar el rescate de bancos quebrados

Viernes, 27 de Abril de 2012 Redacción

La premisa de Luis de Guindos, ministro de Economía, de no usar dinero público es un estrecho corsé que dificulta el saneamiento del sector financiero. Un banco explica a este medio que ahora se discute que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) emita unos bonos que él suscribiría para llevarlos al BCE y obtener así el dinero que financie las subastas.

De Guindos tardó pocos días en desvelar sus planes para sanear la banca, una de las tres reformas fundamentales junto a la laboral, la de las pensiones y el equilibrio de las cuentas públicas. 50.000 millones de provisiones y el sector financiero quedaría libre de activos tóxicos, por lo que retornaría la confianza de los inversores. Para ello, ni un euro de dinero público, por lo que el banco malo quedó descartado y entró en juego el FGD.

¿Para siempre? La realidad es que los bancos aún debaten cómo financiar las subastas pendientes de Banco de Valencia, que necesitará 4.000 millones de euros, Catalunya Banc y NCG Banco. La previsión, según fuentes, es que se van a precisar al menos 20.000 millones para financiar las ayudas de capital y los Esquemas de Protección de Activos (EPA) necesarios para alentar a que los bancos participen en estas operaciones.

La última solución que se debate es que el FGD, el fondo que asegura los depósitos en España, emita bonos de titulización que él mismo compraría para usarlos como colateral en las subastas del Banco Central Europeo (BCE). Los bonos estarían respaldados por las aportaciones futuras que los bancos harán al FGD, a razón de 2.000 ó 3.000 millones de euros anuales. El fondo tiene en este momento unos 2.000 millones disponibles.

Esta es la solución más interesante para la banca española, ya que evitaría una salida de caja. En estos días se habló de que los bancos prestasen dinero de forma directa al FGD en una especie de crédito sindicado. La cuantía, unos ocho años de aportaciones anules al fondo de depósitos, con un tipo de interés equis. Lo positivo para la banca es que esta vía no mermaría la cuenta de resultados. Lo malo, que les restaría liquidez.

Antes se habló incluso de que los bancos asumiesen contra cuenta de resultados ocho años de aportaciones al FGD para acelerar el rescate de las entidades quebradas. Como es obvio, esta fórmula es inasumible para el sector, que encima este año tiene que cubrir las provisiones extraordinarias a las que obliga Economía (50.000 millones). Banesto, por ejemplo, ganó solo 20 millones en el primer trimestre por ese impacto.

Todo parece girar en torno al FGD (si teníamos FGD, ¿para qué FROB?, se preguntaba hace unos días Miguel Martín, presidente de AEB). Se pensó que el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) prestara dinero al FGD, “pero eso según Bruselas es déficit”, dice una fuente bancaria. Y De Guindos no quiere oír hablar de más déficit, ya que España va a tener difícil alcanzar el objetivo del 5,5% sobre el PIB.

“No quiere ayudas públicas y no sé cómo va a acabar todo esto”, se lamentan desde uno de los bancos cotizados españoles. “Es la cuadratura del círculo, una fórmula sin déficit que vean bien en Bruselas”. BFA-Bankia es una de las entidades más perjudicadas, ya que su presidente, Rodrigo Rato, pidió un banco malo en el que aparcar los activos problemáticos para limpiar su balance. Pero eso acarreaba más déficit.

Esta fuente señala que los 20.000 millones que hacen falta para animar las subastas no incluyen BFA-Bankia, entidad sistémica por su elevado tamaño (320.000 millones en activos). Este banco quiere cumplir con las exigencias de provisiones de De Guindos (3.000 millones) contra patrimonio, pero Economía no está por la labor y prefiere que los saneamientos se hagan contra resultados. Ahí está el debate.

 

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