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La caída de Eslovenia y por qué es importante para Europa

Lunes, 11 de Noviembre de 2013 Carlos Montero

La crisis de la eurozona parece tener una nueva víctima: Eslovenia. Para evitar la necesidad de un rescate, el FMI ha instado al país a recapitalizar sus bancos inmediatamente. Esto debería preocupar al resto de Europa, a diferencia de algunos de los otros países que han recibido rescates, Eslovenia no era un caso económico perdido. Hasta hace poco se consideraba un caso de éxito, el país más próspero y estable de los países post-socialistas del continente.

Entonces, ¿cómo se ha llegado a esta situación?

"Eslovenia siempre ha sido algo así como un caso atípico entre los países del antiguo bloque del Este. Debido a las relaciones comerciales con la vecina Italia, Austria y el resto de la Europa continental, las empresas de mayor éxito (por ejemplo, productos farmacéuticos Lek o electrodomésticos Gorenje) eran competitivos a nivel internacional, incluso antes de la desintegración de Yugoslavia", dice Igor Guardiancich del Centro de Bienestar Estatal de Investigación de la Universidad de Dinamarca. Al mismo tiempo, se considera que la pequeña república es ordenada y respetuosa con la ley.

"La historia del éxito de Eslovenia continuó después de su transición democrática a una economía de mercado. El PIB de Eslovenia creció una media del 4,5 por ciento anual entre 1993-2008. Su PIB per cápita aumentó de menos de la mitad de la Europa Occidental al 87 por ciento de la media de la UE en 2009.

Esto no se logró a expensas de la justicia social: la desigualdad a mediados de la década del 200 era comparable a la de Escandinavia, la tasa de desempleo se mantuvo especialmente baja y la brecha salarial por género era una de las más bajas entre los países de la OCDE. La adhesión a la UE y la adopción del euro fue algo relativamente sencillo.


El hundimiento

El panorama en 2013 no podría ser más diferente. Cinco años después de la Gran Recesión, la economía de Eslovenia es un caos. El PIB en 2009 se redujo en un 7,9 por ciento, la recuperación no llegó a materializarse, y en 2012 el país entró en una recesión de doble caída. Se prevé que la economía se contraiga un 2 por ciento este año.

Las finanzas públicas están en un completo desorden, con un gran déficit y una deuda pública que se ha duplicado desde que comenzó la crisis. Después de que el sector de la construcción se derrumbara y numerosas empresas manufactureras intensivas en trabajo cerraran, la tasa de desempleo subió de poco más del 4 por ciento en 2008 a más del 10 por ciento. Las instituciones financieras tienen préstamos incobrables por un importe equivalente al 22,5 por ciento del PIB. Con esto, parece inevitable un rescate internacional.

Entonces, ¿cómo el país post-socialista más exitoso se convirtió tan rápidamente en uno de los países con más problemas en Europa? Una peculiar mezcla de cuatro factores, algunos datan del período inmediatamente posterior a la independencia han contribuido a la inesperada caída.


Parálisis política

Romper con Yugoslavia para crear un nuevo país fue una tarea de enormes proporciones para los gobernantes de Eslovenia. Como consecuencia, la norma fue la creación de un consenso para tomar decisiones dentro de una amplia coalición. Durante la década de 1990, los bloques de izquierda y liberales de la derecha conservadora apartaron sus diferencias ideológicas por el bien común de la adhesión a la Unión Europea.

Esto cambió en 2004, cuando una coalición de centro-derecha liderada por Janez Jansa del Partido Democrático Esloveno se alzó con el poder, iniciando una década de polarización política y parálisis política. La competencia electoral se volvió tóxica, la relación con los interlocutores sociales se deterioraron y las protestas públicas se multiplicaron.

Ha sido imposible aprobar las reformas. Los programas de austeridad lanzados por los socialdemócratas terminaron tras no pasar una moción de confianza. El fracaso político para responder a la crisis, hizo que el país perdiera cuatro de reestructuración y consolidación fiscal.


¿Demasiado gradual?

En lugar de adoptar la terapia de choque que inspiró a los ministros de Finanzas en Polonia y Hungría, los políticos eslovenos optaron por un programa gradual de liberalización, privatización y estabilidad, en la década de 1990.

El gradualismo conserva la paz social, la igualdad social y mantiene siempre una red de seguridad para los perdedores de la transición. Sin embargo, en el largo plazo ha demostrado ser un arma de doble filo, ya que diluye las tan necesarias reformas.


Baja cualificación, Baja Tecnología

Las disputas políticas y el fracaso en las privatizaciones de muchos de sus activos productivos llevaron al sector manufacturero esloveno a una baja cualificación, una trampa de baja tecnología.

Los pedidos internacionales se agotaron en 2009 y las empresas manufactureras intensivas en trabajo fueron las primeros en derrumbarse, lo que provocó una gran caída en el PIB. La competitividad de las empresas eslovenas se redujo aún más durante la crisis, el valor añadido por empleado no era superior a la media de la UE en ningún sector. La tecnología y los conocimientos necesarios para producir las exportaciones eslovenas son ahora más bajos que en la mayoría de los nuevos miembros de la UE.


Crédito barato y la euro-crisis

Desde 2009, Eslovenia se ha estancado en una crisis crediticia inextricable. El crédito barato disponible para las compañías no se utilizó para una reestructuración o modernización tecnológica. Esto provocó quiebras generalizadas y la necesidad de refinanciar más instituciones financieras eslovenas (solo la estatal Nova Ljubljanska Banka prestó unos 5.800 millones de euros).

Por supuesto, la dinámica de la zona euro hizo el resto. Como los bancos tienen que ser salvados por los propios estados miembros, Eslovenia se encontró en un callejón sin salida. Era necesario recaudar más dinero, pero debido a que los costes de refinanciación de la deuda estaban al alza, el país encontró cerrado su acceso a los mercados financieros internacionales en el momento en el que más lo necesitaba.


¿Demasiado tarde?

La situación en 2013 es dramática. Ahora, probablemente es demasiado tarde para que los políticos y los interlocutores sociales recuperar la sobriedad y lleven a cabo las reformas estructurales necesarias del país. Ya que los rendimientos de los bonos eslovenos a largo plazo se encuentran en niveles muy altos, el gobierno interino del primer ministro Alenka Bratušek puede tener que aceptar un rescate.

Esta es una tragedia nacional en sí misma. Pero también puede generar una dinámica perversa en los países que más recientemente han recibido ayuda desde Europa."

Fuentes: Igor Guardiancich

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