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La repatriación de capitales de la reforma fiscal de EEUU equivaldría al PIB de Reino Unido

Sabado, 13 de Enero de 2018 Redacción

La repatriación total de capitales generados por las empresas estadounidenses en el extranjero --medida incluida en la reforma tributaria de EEUU--, que se estima asciende a 2,6 billones de dólares (2,1 billones de euros), sería el equivalente al Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido, mientras que si solamente se lograse atraer la mitad, representaría el valor de todos los bienes y servicios generados en España en un solo año.

Así se desprende de un estudio realizado por el profesor Alexandre Muns Rubiol para el Observatorio de Política Exterior (OPEX) de la Fundación Alternativas, donde analiza el impacto de la reforma tributaria promulgada el pasado 22 de diciembre por Donald Trump, que busca, entre otras cosas, avanzar hacia un sistema tributario territorial, que grave la actividad económica de las empresas o individuos de nacionalidad estadounidense independientemente de dónde se generen los beneficios.

Entre las medidas se incluye la fijación de un tipo excepcional para incentivar a las empresas de EEUU a repatriar el capital que tienen en el extranjero, que es del 15,5% en activos líquidos, como efectivo, y de un 8% en activos no líquidos. No obstante, según señala Muns Rubiol, otros presidentes que han ocupado el despacho Oval intentaron poner en marcha un programa similar pero fracasaron.

EEUU se trata del único país desarrollado que, hasta ahora, había contado con un sistema de tributación no territorial, por el que se hacía atractivo para muchas empresas registrarse en otros países o fusionarse con compañías extranjeras y no repatriar los beneficios ni reinvertirlos en su país de origen. Los beneficios de las filiales de las empresas estadounidenses fuera del país tributan según la ley del territorio donde estén domiciliadas.

Tal y como apunta Muns Rubiol, Irlanda es un ejemplo de ello, donde las empresas tributan por el Impuesto de Sociedades un 12%, mientras que el resto del capital lo suelen reinvertir en la conocida como 'Isla Esmeralda' en activos financieros o en cualquier otra parte del mundo menos en EEUU, pues en caso de hacerlo, debían pagar una tasa del 35%.

De esta forma, en el momento en el que el sistema territorial de tributación de los beneficios de las filiales de empresas estadounidenses en el extranjero se adopte completamente, las empresas de EEUU podrán repatriar los beneficios de sus filiales extranjeras después de tributar en el país donde se encuentran sin pagar impuestos adicionales o pagando un tipo mucho más reducido que el actual.

Dicho sistema territorial "perjudicará a las multinacionales extranjeras con filiales en EEUU y empresas de EEUU que han comprado empresas más pequeñas en el extranjero para registrar su domicilio fiscal fuera de EEUU", asegura el profesor en el estudio.

DISTRIBUCIÓN DEL CAPITAL REPATRIADO

El programa busca que estos capitales repatriados sean destinados a inversiones en el país que impulsen el crecimiento económico. Sin embargo, Muns Rubiol sostiene que probablemente este capital acabe distribuyéndose a los accionistas en forma de dividendos u ofrecido a sus altos ejecutivos en forma de salarios más elevados.

Durante los últimos años, muchos países han ido recortando su Impuesto de Sociedades con el objetivo de no perder competitividad en un mundo caracterizado por la libertad de flujos de capital. La media de este tipo impositivo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se sitúa en el 25%, con lo que muchas empresas pueden decidir trasladar sus domicilios fiscales o parte de su actividad a EEUU.

Además, si finalmente la reforma tributaria provoca la repatriación masiva de capitales, otros países se verán presionados por reducir su tipo impositivo sobre las empresas y se adoptarán medidas para evitar la fuga de capitales, lo cual, según asegura Muns Rubiol, "puede perjudicar al objetivo de progresiva armonización fiscal a nivel europeo que se ha marcado la UE".

EVASIÓN DE IMPUESTOS POR PARTE DE LAS TECNOLÓGICAS

Las empresas tecnológicas están en el punto de mira de los políticos y reguladores en ambos lados del Atlántico por su incapacidad o rechazo a restringir su manipulación por parte de gobiernos y de utilizar la falta de coordinación entre las principales economías en materia impositiva para evitar pagar los impuestos que deberían.

A Amazon se le ha obligado a pagar 250 millones de euros por beneficios fiscales injustificados en Luxemburgo entre 2006 y 2014, y Apple y otros gigantes del sector han sido objeto de multas similares por parte de la Comisión Europea por abuso de posición dominante o ayudas estatales ilegales.

En este sentido, los ministros de Hacienda de los cinco grandes países de la UE (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España) remitieron una carta al ministro del Tesoro estadounidense, Stephen Mnuchin, expresando sus quejas sobre la reforma tributaria. Según los ministros, EEUU se arriesga a incumplir las reglas internacionales fijadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC), los tratados de doble imposición, que pueden provocar "distorsiones graves" en el comercio internacional.

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