La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

“No hemos olido ni una. Muchos tendremos que echar el cierre…”

Miercoles, 21 de Marzo de 2018 Moisés Romero

Me pide que no dé su nombre. Es uno de los gestores más conocidos de la Bolsa española. Vive horas bajas. Emociones tiradas por los suelos, una cartera de valores value, y mucho miedo en el cuerpo ante lo que considera una inevitable caída de Wall Street. "No hemos olido ni una, estimado director. Ni dentro ni fuera de España. Desde los mínimos marcados por la Bolsa de Nueva York en marzo de 2009 , el Dow Jones se ha revalorizado más de un 300% y el S&P 500 un cifra similar, un poco más alta. El comportamiento del índice tecnológico Nasdaq ha sido de traca, espectacular, con subida superior al 500% en estos últimos nueve años ¿Cuánto ha subido la Bolsa española en ese periodo? Dígalo usted, que a mí me da la risa tonta, se me cae la cara de vergüenza. El Ibex perdió un 40% en 2008 y ganó un 30% al año siguiente. Después apenas ha hecho historia. Curioso e histórico patinazo en el mercado español, porque todo parecía a favor de las acciones como los tipos cero, la salida de la crisis, la mejora en los beneficios ¿Qué falla? El principal lastre sigue siendo la política. Los partidos populistas han metido mucho cizaña, muchos palos en las ruedas. Por eso, en estos años el dinero en Europa se ha centrado en la Bolsa alemana..."

"El segundo factor es la propia composición de nuestro mercado. Es una Bolsa antigua, sin valores tecnológicos, con poco fuste, con empresas de la Vieja Economía ¿Y a qué conduce esto? a la fuerte presión especulativa de los hedge funds, los reyes de las posiciones cortas, que hacen y deshacen a su antojo. Verá señor director, que no hay tregua. La banca anglosajona sólo tiene una forma de ganar dinero en la coyuntura actual: ponerse cortos en todos los mercados de acciones, como el español, a la espera de que Wall Street titubee y que con sólo un guiño, un pequeño gesto bajista, arrastre a todas las Bolsas..."

"¿Por qué ponerse cortos? Porque sus analistas consideran ahora (mañana dirán lo contrario) que los activos considerados como refugio están caros (bonos, principalmente,) como caros están los múltiplos bursátiles a los niveles de precios actuales..."

"Como usted ha escrito en repetidas ocasiones, la Bolsa española es cada vez más una colonia de los grandes fondos de inversión extranjeros. Muy difícil que suba sin su consentimiento, sin su dinero. Vivimos la peor racha desde 2015 por falta de gas exterior. La Bolsa española ha caído, no mucho, pero caído, por agotamiento. No es baladí el asunto de la inversión foránea. El dinero es miedoso por definición y el extranjero, más. Leo informe de grandes bancos de negocios en los últimos días y observo, que no aparecen valores españoles en sus portfolios. Mala cosa..."

"Y como final de este correo, destacar que la intermediación en Bolsa ha muerto de éxito. El negocio ha desaparecido y, en el caso concreto del mercado español, la irrupción de nuevas plataformas de negociación ha tirado el negocio por los suelos. Toca reconvertirse, a unos de una manera y a otros, de modo diferente. Nadie nos salvamos de la reconversión. La Bolsa, la intermediación financiera ve como los ingresos se hunden. O, simplemente, no hay ingresos. Reconvertirse o morir. La Bolsa ya no es negocio para nadie, ni para los que intermedian, ni para los que invierten ni para los que gestionamos. Los corretajes o ingresos por intermediación cayeron a plomo hace años. Los agentes se devoraron entre sí. Luego llegó la Madre de Todas las Crisis y a muchos nos dejaron cacareando y sin pluma, huyendo como el perro con el rabo entre las piernas. Por eso, las cuentas de resultados de estas sociedades tienen cada vez más telarañas. Por eso, los bancos venden gestoras y sociedades de inversión. Muchos tendremos que echar el cierre"

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