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Otro Septiembre Ѣ€“ 8

Lunes, 31 de Agosto de 2009 Santiago Niño Becerra

Continuamos con las medidas de un posible Plan de Acción orientado a mitigar los efectos de la crisis

5 Ѣ€” La regulación se irá haciendo extensiva a grandes compañías, empezando por aquellas que fabriquen y elaboren bienes y servicios esenciales: energéticas, farmacéuticas, recambios y repuestos sensibles ... , y a subsectores vitales: transporte y distribución, ... La viabilidad de las compañías que pasa a ser analizada, y su acceso a las commodities que precisen determinado en función de la necesidad de la actividad que desempeñe. (Estarán pensando que eso, en muchos aspectos, equivale a una economía intervenida, regulada, y sí, así es, pienso que el mercado tal y como lo hemos conocido en estos últimos años ha concluido; cuando la crisis se de por acabada gran parte de las intervenciones desaperecerán, pero pienso que ya nunca será abandonada la intervención en la búsqueda de una eficiencia creciente en el uso de unos recursos que serán cada vez más escasos). 

ilustración6 Ѣ€” A medida que se vaya profundizando en la regulación anterior y a medida que la precrisis vaya avanzando el desempleo del factor trabajo irá aumentando, por lo que deberá ser instaurado el ya comentado subsidio de subsistencia; paralelamente deberán ponerse en marcha programas formativos a fin de cubrir con las personas de mayor y mejor preparación los puestos de trabajo que, temporalmente, vayan siendo demandados por el mundo productivo.

7 Ѣ€” Por lo ya dicho, los Estados no serían los protagonistas, sino parte de los comités de expertos en distintos órdenes que se formarían a fin de abordar la regulación que se iría poniendo en marcha. El objetivo sería preparar la llegada de la verdadera crisis y la minimización de sus daños (a lo que ya, en parte, no se llega a tiempo); la puesta en marcha de políticas orientadas a la superación de la crisis vendría después: a partir del 2012.

El problema de los planes de estímulo que se han realizado ha sido diseñarlos dando por supuesto que las cosas, una vez superada la crisis, se comportarán mañana del mismo modo a como se comportaban ayer, el “volver a lo de antes”; el fallo de la mayoría de las previsiones que se están realizando es el suponer que se van a producir efectos y reacciones que nada garantiza a sus diseñadoras/es que vayan a producirse.

Es decir, como en el pasado los estímulos fiscales realizados han tenido tales y cuales efectos, en el presente semejantes estímulos fiscales van a deparar efectos parecidos. En otras palabras, es suponer que si las entidades financieras retoman la concesión de créditos, automáticamente, necesariamente, inexorablemente, se normalizarán las cosas y se reemprenderá el crecimiento económico.

Nos hallamos ante una crisis sistémica, lo que significa que acciones que en el pasado fueron tomadas y que tuvieron unos determinados efectos, actualmente no-van-a-tener los efectos que entonces tuvieron, lo que significa que las cosas no necesariamente van a suceder como se ha supuesto que sucederían.

Hay que buscar nuevas salidas, nuevas soluciones, nuevas medidas: las viejas se mueren, y deben morirse porque ya no sirven, y pienso que el plan que les detallaba al principio sí es una solución nueva (por lo menos es una aproximación a una nueva solución). (Al final ya verán como las cosas no se van a alejar demasiado de ese camino: en realidad las alternativas no son tantas).

(Los datos recientemente publicados por el INE sobre España, ¿a quien sorprenden?: Uds. lo leyeron aquí, el 15 de Marzo pasado: previsiones de crecimiento para el reino en el 2009: entre el -5,1% y el -4,3%. Lo que sí sorprenden son cosas como que se diga que el Sector Exterior mejora debido a que las importaciones decrecen, ¡claro: se están importando menos Maseratis, pero no se están exportando más biotecnología!. También sorprende que sorprenda que la actual evolución del PIB sea la peor desde que el INE lleva registros: ¡evidentemente: lo que estamos viendo son los prolegómenos de una crisis sistémica!.

Continuando con las sorpresas la idea del presidente de la CEOE de reducir los salarios un 1% para mejorar la productividad. Quiero pensar que el Sr. Díaz Ferrán no quiso decir eso: la evolución de los salarios no tiene nada que ver con la productividad; al revés si, y mucho, si el empleador actúa con lógica. Y yo me pregunto, ¿por qué se dicen cosas raras cuando lo que se quiere decir es reducción de costes laborales?, se reducirán y no servirá de nada si no se hace nada más, pero, al menos, las cosas quedarán claras.

Y la subida de impuestos: para reducir el déficit, dice el Gobierno; pues yo pienso que no, que se hará para compensar la merma de ingresos públicos que se ha producido debido a la caída en la recaudación ocasionada por el menor consumo y la menor actividad, compensación que se buscará debido a que las necesidades de gasto no sólo van a mantenerse, sino que crecerán: vamos a peor.

Un apunte: Francia y Alemania: están de moda: crecieron un 0,3%, ¡un 0,3%! En el segundo trimestre. Vale, nos lo creemos, y volvemos a repetir lo que ya hemos dicho enemil veces: en Economía, lo importante es la tendencia, la ten-den-cia. En Diciembre volvemos a hablar de Francia y Alemania).

Mañana acabamos, con los epílogos.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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