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Proyecciones

Viernes, 03 de Junio de 2016 Santiago Niño Becerra

Hace unos días recibí un mail: “El domingo pasado estuve hablando con mi hermana. Ya le conté cual era su situación en (nombre de un tipo de centro productivo). Y vino nerviosa a mi casa. Al parecer los dueños quieren introducir el turno americano y pagar 1000 euros como máximo. Ella me comentó que con eso no le venía bien para pagar la hipoteca de su casa. Y me dijo si conocía de alguna empresa que la pudiera contratar si la cosa se ponía fea. También me estuvo comentando que (su actual empresa) adquirió una nave industrial de (nombre de una compañía) para hacer ahí la planta totalmente mecanizada y robotizada que funcionará en no muchos años.

El caso es que la situación de mi hermana era totalmente evitable (la laboral no lo sé, me refiero a la situación del problema que tiene con su vivienda, me explico a continuación. Ella tiene en (nombre de una localidad española) un piso totalmente pagado, y que tiene alquilado a terceras personas. Adquirió la casa que está pagando meses antes de que estallara la burbuja crediticia y la crisis (en verano de 2007) por un precio muy elevado (una cantidad) para ser una zona semiurbanizada de la localidad de (nombre de otra localidad junto a la anterior), en las afueras, y la quiere vender sin apenas perder dinero.

Ella piensa que si espera 5 años podrá hacerlo. Yo le dije que podía esperar 5 o 5.000 años que no iba a ser así, que no recuperaría NUNCA el dinero invertido, y que, si con el salario del inminente turno americano de su empresa no podía pagar la letra de la hipoteca y otros gastos (paga una letra de casi 1000 euros, pero al trabajar en el turno de noche cobra unos 1.800/1.900 euros mensuales. Insistí en que la vendiera al precio que pudiera y que se olvidara para siempre de recuperar lo invertido y fuese realista, que ni siquiera recuperaría lo que le queda por pagar (el 72%).

Ella ha vivido durante mucho tiempo "a todo trapo". Ha gastado y despilfarrado mucho dinero en cosas que no le hacían falta, y no es capaz de contemplar un estilo de vida más minimalista, ahorrador y nada derrochador. De hecho, como le sucede a muchísima gente que conozco piensa en lo que yo llamo "Modo Subjuntivo". El modo subjuntivo de los verbos, como usted sabe, es aquel que se refiere a nuestros deseos, temores...y en el caso de mi hermana y mucha gente de este país están muy entremezclados los deseos, esperanzas, miedos y temores. No acaba todavía la mayoría de la gente de ser realista, pero es que nuestros políticos (que dudo mucho de ellos, la verdad) deberían de decir la verdad de una vez a la gente. En definitiva, me llamó mucho la atención como no solo mi hermana sino mucha gente se aferra de forma muy desesperada a la creencia, al deseo, más bien, de que en "5 años las cosas volverán a ser como antes"...como antes puede ser cualquier tiempo pasado incluso anterior a la bonanza económica. Y hay tiempos pasados a los que parece que vamos a volver, muy a nuestro pesar”

Mi respuesta fue:

“Pienso que jamás volverán las cosas a ser como fueron, a suceder como sucedieron en el 2005 o 2006 porque las circunstancias que posibilitaron aquel modo de hacer no pueden repetirse, fundamentalmente porque la capacidad de endeudamiento está agotada y porque la tecnología cada vez sustituirá a más y más factor trabajo.

Pienso que lo menos malo que su hermana puede hacer es vender esa vivienda por lo máximo que pueda obtener (no digo que la alquile porque supongo que el alquiler que pueda obtener se hallará bastante por debajo de los 1.000 €), reduzca la deuda e intente renegociar el crédito.

En cuanto a su trabajo, si teme que puede perderlo que empiece a buscar otro empleo ya: cuando aun está trabajando: todos los headhunters dicen que es más fácil encontrar un empleo cuando se trabaja que cuando no. En cuanto a salario, si en la zona los salarios de las personas que tienen la cualificación de su hermana se mueven en esos niveles, pienso que será difícil que obtenga uno superior.

Dice Ud. que en el pasado 'malgastó': muchas personas lo hicieron, muchas. Una propaganda masiva vendió que se había entrado en un bucle infinito en el que ir-a-más de forma permanente en base al crédito era posible; y como era un mensaje agradable gran parte de la población lo asumió. En fin”.

Para meditar

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