Jueves, 19 de Septiembre de 2019 Moisés Romero

"La multinacional Telefónica se puso las pilas hace tiempo. Su presidente José María Álvarez-Pallete busca rentabilizar lo que las tan famosas como peligrosas FAANG le han robado: sus autopistas. Su gran capacidad para generar caja y su enorme colchón de liquidez le permiten afrontar la deuda actual y el doble de la deuda, si la hubiera. También, el acceso a un mercado emisor con tipos ultrabajos y negociar con su autocartera la búsqueda de nuevos nichos, como lo acaba de hacer con la compra del 50% del negocio de alarmas de Prosegur en España por 300 millones. Lo que le ocurre al sector telecos, como hemos dicho tantas veces en nuestra gestora, es que las FAANG les han rodado la cartera. Circulan por las autopistas diseñadas y pagas por las telecos con el letrero de gratis total ¿Culpables? Primero, los Gobiernos con su exceso de celo sobre la regulación del sector, pero no mantienen el mismo celo con las FAANG, aunque el mundo de les finanzas ya advierten de los enormes peligros, porque también les toca (criptomonedas, blockchain y más). Segundo, las propias compañías, porque no han plantado cara ni han hecho valer sus derechos. Y entre tanto desencuentro, las FAANG han volado en Bolsa y a las Telecos nos les han dejado subir ¿Cuál es la solución? Reinventarse y buscar alianzas entre las dos partes..."

"La reinvención de Telefónica es un hecho: un ere anunciado hace unas semanas y optimización de autocartera, en lugar de amortización de la misma, porque en tiempos de tipos negativos, como los actuales, apenas tiene lógica para una multinacional de estas características..."

"Como ya comentamos a principios de julio "la multinacional Telefónica ya está preparada para dar lo que definimos el Gran Salto, ya ha pasado el proceso de transición. Faltan, no obstante, firmar grandes hitos. El primero, cambiar de nombre y dejar que el concepto teléfono caiga por el desagüe, como han caído tantas otras cosas en los últimos años. Además, en España, los movimientos populistas puede usar ese término como pancarta, como falso Servicio Universal. Flaco favor el de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia cuando hace unos días abogó por el mantenimiento de las cabinas telefónicas, testigos de un pasado rancio. Las nuevas generaciones no saben lo que fueron las matildes y pronto se olvidarán de las líneas fijas y sus cacharros, que los más viejos aún tenemos en casa. Cambio de nombre ya..."

"Segundo, y no menos importante, cura de adelgazamiento. La plantilla está excesivamente sobrecargada. Hay profesionales del sector, que no se distinguen por sus cualidades apocalípticas, precisamente, que calculan que sobra la mitad. En este renglón, la política y los sindicatos, que, por cierto, en otras grandes compañías pintan cada vez menos, ha ejercido una influencia desproporcionada..." 

"Nos gusta la enorme capacidad, gran agilidad, que tiene la compañía actual para mover ficha, como lo está haciendo en los últimos meses...", insiste el analista jefe de un banco de inversión londinense.

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Telefónica compra el 50% del negocio de alarmas de Prosegur en España por 300 millones

Telefónica ha alcanzado un acuerdo con Prosegur para comprarle el 50% de su negocio de alarmas en España por 300 millones de euros, han anunciado ambas compañías a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El precio de la operación podría pagarse, "en todo o en parte, en acciones propias en autocartera", pasando Prosegur a ser accionista de Telefónica. Con esta alianza, Telefónica y Prosegur quieren acelerar el desarrollo del negocio de alarmas en España y evolucionar la oferta de servicios de seguridad residencial y para negocios mediante la generación de soluciones innovadoras para el cliente y la aportación de las capacidades complementarias de ambas compañías.

La operación, que deberá someterse a la aprobación por parte de las autoridades correspondientes, supone una valoración por el 50% del negocio de alarmas de Prosegur en España de 300 millones de euros, sujeto a los ajustes estándar en este tipo de transacciones sobre deuda, capital circulante y clientes existentes en el momento del cierre de la operación.

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