La Carta de la Bolsa Imprimir Artí­culo

Una verdad incómoda

Martes, 23 de Febrero de 2016 Redacción

Aunque casi todos estamos de acuerdo en que aportamos más de lo que recibimos, creo que la inmensa mayoría estamos de acuerdo en que merece la pena luchar por mantener nuestro estado del bienestar. Incluso los que llevan a sus hijos a colegios y universidades privadas, no usan la sanidad pública y probablemente nunca cobren ni los 426€ ni las pensiones asistenciales, creo están de acuerdo en que todo eso exista. Primero porque la vida da muchas vueltas y nunca se sabe y segundo porque es difícil no conocer a alguien cercano que no reciba algún tipo de ayuda de la caja común, aunque sea en forma de beca de estudios por ejemplo. Hay quien cree que dicho estado del bienestar está agonizando por culpa de la crisis iniciada en 2008 y de lo mal que la han gestionado nuestros políticos pero lo cierto es que esto sólo ha acercado el problema en el tiempo, los problemas de salud del estado del bienestar son comunes a toda Europa y tienen una raíz demográfica: hay poca población activa para tanta población pasiva. Hay muy pocos que ingresan en la hucha y muchos los que sacan de ella. Y aunque es algo común al mundo desarrollado, el caso español es extremo ya que sólo el 37% de la población total del país trabaja (en comparación por ejemplo al 53% de Alemania).

Por supuesto se pueden hacer muchas cosas para reducir gastos y aumentar ingresos pero lo cierto es que 2015 –a pesar de haberse creado más de medio millón de empleos y haber crecido el PIB por encima del 3%- lo cerramos con 50 mil millones de € de desfase entre lo que ingresamos y lo que gastamos y con una deuda pública real de las AA.PP. por encima del 140% del PIB. Pensar que con esta situación financiera podremos mejorar el actual sistema del bienestar incluso por encima de lo que teníamos en 2007 con por ejemplo una renta básica es engañar a la gente. Imaginemos que algunos políticos tienen razón y que con la lucha contra el fraude fiscal y con mayores impuestos a los más ricos no se resiente la actividad económica y conseguimos esos 50 mil millones de € cada año para eliminar el déficit. No se lo creen ni ellos pero imaginemos que pasa, eso tampoco significaría que podamos aumentar aún más el gasto público como se promete. Porque está el tema de las pensiones.

Las pensiones son el mayor gasto de los PGE de 2015: 115.669 millones de € que hasta ahora se han podido abonar recurriendo para completarlas al Fondo de Reserva de la Seguridad Social (hay 13 CC.AA. que no pueden abonar las pensiones sólo con las cotizaciones) que se acabará en 3 o 4 años a lo sumo. ¿Qué pasará después? Las únicas dos soluciones para las pensiones son o recortarlas (rebajando su cuantía o aumentando la edad de jubilación –aún más- para ahorrarse durante años el pagar las nuevas, ambas medidas injustas, durísimas e impopulares) o financiarlas con impuestos (bien en el presente, con cargo a los PGE, o bien en el futuro, emitiendo más deuda con lo que en ambos casos el desfase ingresos/gastos aumentará). Claro, otra cosa sería si creáramos millones de puestos de trabajo pero ni con todos los creados en 2015, que han sido muchos, se ha conseguido no evitar recurrir al Fondo de Reserva porque el importe de las cotizaciones de los nuevos salarios no son suficientes.

La percepción que los españoles tenemos de nuestra economía está nublada por la situación que vivimos los primeros años del actual siglo pero si eliminamos la época de la burbuja inmobiliaria y todo el contagio benéfico que eso provocó (mayores ingresos por impuestos, mayores ventas de coches y electrodomésticos, mínimos en la tasa de paro etc.) resulta que la situación económica española actual es similar a la de la crisis de 1993: alto desempleo, temporalidad y ayudándonos de la política monetaria para poder salir del hoyo (entonces devaluando, ahora con la ayuda de BCE). Lo mejor es que ahora exportamos más pero la clave está en que si no podemos recuperar los trabajos que la burbuja generó (directa e indirectamente), ¿qué nos queda? Los políticos hablan de crear empleos como si fueran ellos los que contratan cuando al final en la actualidad los empleos creados surgen del consumo y del turismo, actividades que no dejan márgenes para grandes salarios y que, por su estacionalidad, promueven los contratos temporales. Cliqueando AQUípodéis ver los grandes empleadores españoles.

Pensemos por ejemplo en los más de 60 mil empleos que ha perdido estos años el sector financiero español, eran puestos de trabajo de una remuneración aceptable que nunca se recuperarán porque eran un exceso, los usuarios bancarios podemos seguir realizando nuestras gestiones sin ellos, ¿qué empresas, qué sectores pueden recolocar a esos trabajadores y ofrecerles un sueldo similar? Lo peor es que en la Europa más rica, con menor tasa de paro, sistemas educativos más eficientes y con menos contratos temporales también han asumido que el estado del bienestar no va a mejorar y es común el copago sanitario o elevar la edad de jubilación por ejemplo. Es evidente que deberíamos haber cambiado el sistema productivo español hace muchos años y haber gestionado la crisis de otra manera pero de nada vale lamentarnos del pasado, ahora toca tomar medidas hoy con situaciones reales actuales.

Y no se puede mejorar el estado del bienestar y es incluso complicadísimo mantener el que tenemos sin antes haber arreglado nuestra situación financiera y haber conseguido que nuestros trabajadores puedan ofrecer un valor añadido que genere la posibilidad de un mayor salario. Y para eso hacen falta varias cosas como crear un clima propicio para que surjan negocios que no sean bares o supermercados o recortar lo que los empresarios deben gastar por cada contratación nueva. Por eso aumentar salarios por decreto (como pretenden hacer elevando el SMI) es contraproducente salvo que el mayor gasto en el sueldo no recaiga en el empleador. No nos dejemos engañar, los próximos años, gobierne quien gobierne, o se recortará el actual estado del bienestar o se mantendrá a duras penas con el parche de emitir más deuda que antes o después habrá que pagar con más impuestos.

Pasará en el resto de Europa y por supuesto pasará en España, país que sólo consiguió bajar del 10% de tasa de paro en un momento de burbuja irreal que ninguno queremos que se repita. La estructura demográfica es la que es y cambiarla en el corto plazo es una imposibilidad. Ya esquivamos la bala hace 20 años con la emigración pero hoy hay tan poco trabajo que somos los españoles los que emigramos. Yo no quiero que perdamos lo que tenemos pero es que las cuentas no salen. Si a alguno sí le salen, que por favor nos diga cómo.

Droblo

[Volver]