La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“¿Se puede hacer peor? Las mejores oportunidades en Bolsa están en lo que todo el mundo vende…”

Mar Revuelta - Jueves, 02 de Octubre

"El bolsista es el animal que tropieza un millón de veces en la misma piedra, debido, generalmente al impacto difícil de controlar que la volatilidad imprime en el carácter y, en el mismo acto, al contagio de masas, al efecto manada. Los sabios, los que han superado mil y una batallas en el campo de la Bolsa, aconsejan paciencia, prudencia y esperar. Pero muy pocos hacen caso. El pánico o la euforia son, con frecuencia, protagonistas de los mercados. Es en ese momento cuando hay que hacer lo contrario que hace la mayoría, pero muy pocos lo hacen. Por ello, resulta descorazonador, pero muy elocuente, que la rentabilidad inversora en las últimas décadas haya estado por debajo activos sin riesgo ¿Se puede hacer peor? Difícilmente se puede empeorar esta secuencia, aunque luego en las tertulias de bares y cafeterías, unos y otros bolsistas divaguen, especulen y exhiban triunfos que nunca han logrado. Un consejo, finalmente, muy a tener en cuenta: las mejores oportunidades en Bolsa están siempre en los valores que se despeñan, porque todo el mundo los vende. Eso sí, hay que saber seleccionar para no quedarse colgado de la brocha por los siglos de los siglos, que eso también ocurre por estos lares", me dice un viejo lobo de mar que me envía el siguiente apunte:

El analista Richard Bernstein realiza el gráfico adjunto en el que se detalla el retorno anualizado de las últimas décadas para diferentes activos, así como el retorno del "inversor medio" en el mismo periodo de tiempo.

Vemos como la rentabilidad del inversor medio en este plazo está por debajo de la de los activos libres de riesgo (letras a 3 meses de EE.UU.).

"Este comportamiento podría haber mejorado simplemente con comprar y mantener cualquier clase de activos a excepción de los de los mercados emergentes de Asia y de Japón", afirma Bernstein.

El gráfico muestra con claridad como el "timing" de los inversores en estos últimos 20 años ha sido especialmente pobre, comprando activos cuando estaban sobrevalorados y vendiéndolos cuando estaban infravalorados. "Compraron altos y vendieron baratos", añade Bernstein.


Bernstein afirma que los últimos datos de flujo de fondos muestran que los inversores llevan recortando su exposición a las acciones de EE.UU. en las últimas 13 semanas. "La historia sugiere que las mejores oportunidades de inversión se producen en los activos de los que la gente se desprende mayoritariamente. Estamos convencidos que el miedo de los inversores sobre la renta variable estadounidense ofrece una importante oportunidad de compra".




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