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“Siga el rastro del dinero. Nunca los mercados estuvieron cómodos con el factor político ”

Moisés Romero - Viernes, 22 de Mayo

"O de los colores políticos que cada cual quiera elegir. Las Bolsas se sienten incómodas, desde siempre, con los procesos electorales, con el protagonismo del denominado factor político. Hemos entrado en campaña electoral a nivel europeo. Los griegos han sido los primeros en poner sobre el tapete la incertidumbre, que, sobre el futuro, proyectan los resultados. Luego vendrán los españoles, franceses...Son días de diatribas, de discursos y escritos violentos e injuriosos de todos contra todos: los rojos contra los azules, los blancos contra los negros y los grises contra los amarillos. Se enarbolan banderas de mil colores. Se enuncian postulados, que nunca se cumplirán y, con el paso de los días, todos, de una u otra manera, caen en la ciénaga del insulto y de la descalificación ¿Y qué hacemos con el dinero? Los más fríos dicen que siempre nos quedará el recurso de los bancos centrales, ojo avizor como están para evitar colapsos o situaciones próximas al tremendismo en los Mercados, que podrían afectar de inmediato al corazón económico. Pero el miedo, ya saben, es libre y el contagio, inevitable", me dice el CEO de una importante gestora de fondos que me envía el siguiente enlace:

“La política ha mantenido unida a la eurozona, y es lo que finalmente podría destruirla”

“Siga el rastro del dinero” es el consejo que da “Garganta profunda” a Bob Woodward (Robert Redford) y Carl Bernstein (Dustin Hoffman) en la película que se hizo sobre el caso Watergate, “Todos los hombres del presidente”. Es el mismo consejo que llevan dando el último año a los inversores los expertos de FRM, la filial de Man. Doce meses más tarde, han empezado a dudar de que siga siendo efectivo: “Ahora consideramos que sería imprudente seguir suponiendo lo mismo. En enero pronosticamos que este año será más complicado, pero los acontecimientos de este mes, tanto políticos como de mercado, han servido para reforzar claramente este cambio de opinión”, explican. Asimismo, advierten que la volatilidad del mercado en reacción a los últimos eventos geopolíticos (elecciones griegas, terrorismo islámico, QE del BCE) es “un anticipo del contexto por venir”.

“Siempre hemos sostenido que, en Europa, la política es más importante que la economía. La política ha mantenido unida a la zona euro, y es lo que finalmente podría destruirla”, aseguran los analistas de FRM en su habitual resumen mensual del mercado. Encuentran especialmente preocupante la victoria de Syriza, puesto que podría tener un efecto dominó sobre otros países, entre los que cuentan a España con el auge de Podemos.

En cambio, consideran que el anuncio de un QE a la europea por parte del BCE “es más indeterminado para la eurozona”, y lo interpretan como una claudicación de los alemanes: “El dominio alemán sobre la toma de decisiones en relación con el euro ha sido una ley de vida inmutable en los 15 años transcurridos desde la creación de la moneda única. Ahora, un posible peligro es que los alemanes puedan estar menos dispuestos a jugar si no controlan las reglas del juego, lo que representaría un hito importante en el debate europeo sobre la austeridad”, advierten desde FRM. Será clave, por sus consecuencias futuras, el acuerdo al que lleguen los griegos con sus acreedores este mes.

Bancos centrales demasiado activos

Más que el programa de compras en sí mismo, lo que verdaderamente llama la atención de los analistas de la firma es “la transición de los bancos centrales desde un comportamiento uniforme hasta otro idiosincrásico”, que también puede tener consecuencias “profundamente inquietantes” para los mercados. Así, mientras que consideran que el anuncio de un QE por parte de Mario Draghi “fue impecablemente manejado”, por batir las expectativas del mercado, consideran desastroso el comportamiento del Banco Nacional de Suiza (BNS), que “acaba de propinar a los mercados financieros uno de los mayores sustos de las últimas décadas”, en sus palabras, por retirar el suelo del franco contra el euro.

Ha habido más movimientos de bancos centrales en enero. En su primera decisión de política no programada desde el 11 de septiembre de 2001, la Autoridad Monetaria de Singapur ha reducido la pendiente de la apreciación del dólar de Singapur frente a una cesta de divisas. Entre tanto, el Banco de Dinamarca también sorprendió a los mercados al recortar varias veces los tipos, e igualó al BNS al poner a prueba el límite inferior de los tipos de interés con un tipo de -75 puntos básicos.

¿Qué ha pasado en Estados Unidos mientras tanto? “El único banco central que ha mantenido una postura coherente es la Reserva Federal, aunque esto es en sí mismo un motivo de incertidumbre”, reflexionan desde FRM. La cuestión es que la Fed ha mantenido un punto de vista firme sobre el curso futuro de los tipos estadounidenses, pero existe una clara divergencia entre lo que dice el banco central y lo que descuenta el mercado. Además, el presidente de la Fed de St Louis, James Bullard, confirmó que "la visión del mercado de lo que va a hacer la Fed es más moderada que la de la propia Fed".

La explicación que aportan desde la filial de Man para poder entender esta división es la siguiente: “En los últimos meses, la Fed se ha centrado claramente en el momentum de la economía estadounidense, y es evidente que no considera que este sea coherente con unos tipos de interés cero. Los mercados financieros parecen estar en desacuerdo con el supuesto momentum de la economía y al parecer están más centrados en los riesgos deflacionistas medidos por los forwards de inflación a 5 años, que han caído hasta el mínimo desde la crisis financiera”.

Lo cierto es que el contraste entre la Fed, centrada en regresar a la normalización monetaria, y otros bancos centrales que siguen apelando a la heterodoxia está teniendo consecuencias sobre el dólar. Aunque los expertos afirman que “nada indica que esta tendencia se vaya a quebrar”, por otra parte constatan que “las consecuencias del fortalecimiento del dólar son más difíciles de predecir”. Por un lado está el efecto claramente negativo sobre los mercados emergentes endeudados, pero también pesa sobre los beneficios de las compañías estadounidenses. También suponen un obstáculo para algunos sectores de la bolsa americana los recortes de las inversiones previstas por las empresas energéticas en respuesta al precio más bajo del petróleo. Esto lleva a los analistas de FRM a aventurar que “la mejora del consumo como consecuencia del precio del petróleo puede no compensar totalmente el recorte de la inversión en bienes de equipo y la reducción del empleo en el sector energético”. Por tanto, concluyen, “un dólar más fuerte no es un bien indiscutible para EE.UU.”.

Todas estas razones explican que en FRM hayan abandonado su recomendación inicial: “En este momento, los mercados respaldan nuestro punto de vista con una mayor volatilidad realizada y una mayor volatilidad implícita persistente. Esto implica claramente que los participantes del mercado deberían reducir su exposición al riesgo”, advierten. Sin embargo, también contemplan la posibilidad de que pudiera ser una falsa alarma… “pero mientras que anteriormente el contexto era fácil de predecir, ahora consideramos que la combinación de incertidumbre creciente, mayor volatilidad y amenaza de la Fed de subir tipos antes de lo anticipado por el mercado merecen la adopción de una postura más cauta en los mercados”, concluyen.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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