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A veces, el mejor consejo es “no hacer nada”

Carlos Montero - Viernes, 18 de Agosto

Piense en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2016, cuando los mercados abrieron con un desplome generalizado, ya que la victoria de Donald Trump sorprendió a los inversores. ¡Pero sorpresa! Después de una sesión extremadamente volátil, Wall Street se recuperó e incluso logró terminar en positivo la jornada. Cualquier persona que vendiera como resultado de las elecciones probablemente perdió dinero.

"Tenía clientes enojados y asustados que me llamaban el día después de las elecciones y querían vender todo y quedarse en liquidez", comenta Rebecca L. Kennedy, fundadora y directora de Kennedy Financial Planning. "Les aconsejé que permanecieran quietos - y gracias a Dios, dado el mercado que hemos experimentado desde entonces".

La montaña rusa del mercado de ese día es instructivo sobre cómo deben comportarse los inversores cuando los mercados están en convulsión. La mayoría de las veces, lo mejor es no hacer nada. No se deshaga de las acciones, no se asuste y no crea que es el fin del mundo.

Desde ese día los mercados se han recuperado con fuerza. Esas son ganancias que se habrían perdido si hubiera vendido sus acciones.

"¿Quién sabe qué puede pasar durante la administración Trump?" Dice Kennedy. "Pero una cosa es segura: su cartera probablemente tenga un horizonte de tiempo superior a su reinado".

No ha sido la primera vez que los mercados caen debido a noticias inesperadas, y no será la última. La verdadera pregunta es cómo usted, como inversor, va a reaccionar.

"Su reacción intestinal es vender", dice Richard Rosso, director de planificación financiera de Clarity Financial en Houston. "Eso se debe probablemente porque no tiene su asignación correctamente establecida."

Si una caída repentina y profunda en los precios de las acciones te alarma, entonces probablemente tienes demasiado dinero asignado a las acciones. Eso se soluciona fácilmente vendiendo algunas de las acciones y comprando algunos bonos. Esto debe hacerse cuando los mercados lo están haciendo bien, no cuando se están desplomando.

Otras razones para no hacer nada

Invertir en índices, o la compra de una amplia cesta de acciones y mantenerlas durante un largo período, es competitivo por dos razones, dice Scott Clemons, jefe de estrategia de inversión Brown Brothers Harriman en Nueva York.

Primero, los fondos de índice tienen bajas comisiones para una cartera diversificada. Y en segundo lugar, los inversores de índices evitan la trampa en la que caen los inversores en las acciones individuales, cuando "tienen que hacer dos cosas bien", dice Clemons. Los inversores tienen que acertar en el momento en el que venden y en el momento en el que comprar con el fin de ganar dinero. Y eso es difícil de conseguir.

"El hecho de equivocarse en una de esas dos decisiones le costará dinero", dice.

Qué hacer con su cartera

Cuando se trata de las cosas más importantes de la vida se nos enseña que hay que hacer algo. Pero en este caso no tiene porque ser así. Lo correcto es a menudo lo opuesto a lo que nos enseñaron para casi todo lo demás.

"No hagas algo", dice Clemons. "Quédate quieto."

Lo primero que hacer es simple: Deje de revisar sus inversiones con tanta frecuencia. Clemons dice que revisa su cartera dos veces cada 12 meses: una vez en esta época del año, y una vez en enero. Y este hombre es el estratega jefe de uno de los bancos más estratificados del mundo.

No comprobar el rendimiento de su cartera con frecuencia hará que no lo tenga siempre en mente. Es natural querer ver cuánto dinero está ganando o perdiendo, y más aún cuando las cosas no van bien. Pero la mayoría de los inversores tienen un horizonte de muy largo plazo.

Lo segundo que hay que hacer es tener una cartera que le deje dormir plácidamente durante la noche. Para la mayoría de la gente, una cartera de acciones con algunos bonos probablemente sea lo mejor. Una buena posición de partida es considerar una cartera con un 30% en bonos (bonos del gobierno y bonos corporativos, por ejemplo) y el resto en acciones. Para una inversión total de 100.000 euros, equivaldría a 30.000 euros en bonos y 70.000 euros en acciones.

Si a usted no le importa la volatilidad de la renta variable, entonces tal vez debería considerar tener un mayor porcentaje de acciones. Si el potencial de pérdidas le pone nervioso, entonces asigne a su cartera menos acciones.

Lo tercero que debemos hacer es racionar la cantidad de noticias que vemos en los medios, ya que le harán sentirse menos ansioso y no será productivo si su horizonte de inversión es de muy largo plazo.

Cuando se combinan estas ideas (no vigilar el rendimiento de su cartera continuamente, tener una cartera equilibrada de activos, y no estar pendiente de todas las noticias que salen), entonces podrá mantener una cartera sólida y olvidarse, excepto las rutinarias comprobaciones anuales.

Fuentes: Simon Constable - US News
 




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