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¡Atención! Se están formando burbujas en el mercado de crédito

Carlos Montero - Miercoles, 20 de Agosto

¿Dónde se va a formar la próxima burbuja? Y ¿cuál será el impacto cuando explote?  Después de todas las burbujas de las últimas dos décadas, se tiene la tentación de encontrar burbujas en todas partes. Pero incluso si las acciones están demasiado caras, es difícil situarlas en territorio de burbuja. Las bajas tasas de interés impulsan a los inversores a comprar acciones, pero no vemos el salvaje entusiasmo que acompañaba históricamente a estos tipos de burbujas.

Pero las próximas burbujas parecen estar gestándose en el crédito, comenta John Authers en el Financial Times. La clase de activos que llevó a la crisis financiera en 2008, se ha inflado de nuevo, por la misma mezcla embriagadora de ingredientes.

"Los efectos colaterales para la economía deben ser mucho menos graves de lo que fueron después de la explosión de la burbuja inmobiliaria de EE.UU.; pero la tendencia sigue siendo alarmante", dice Authers.

"El lugar más preocupante para buscarla se encuentra en los préstamos para automóviles de Estados Unidos. Así lo afirma Amir Sufi, de la Universidad de Chicago y co-autor del libro publicado este año "El Hogar de la Deuda". Se demostró que la gran recesión de 2008 y 2009 se debió a una caída de los precios de la vivienda de Estados Unidos que infligieron pérdidas apalancadas, y no por la crisis bancaria posterior.

Esas pérdidas apalancadas fueron impulsadas por un exceso de préstamos a los prestatarios "subprime" con un pobre historial crediticio, que a su vez fueron alentados por el aumento de la titulización y la necesidad de ofrecer productos de bajo riesgo con un alto rendimiento.

La buena noticia, dice Sufi, es que no hay repetición de esta patología en el mercado de la vivienda, incluso con los precios de la vivienda en aumento. El gasto en electrodomésticos y muebles ha crecido mucho menos que el gasto en su conjunto en los últimos cinco años. Y el uso de viviendas como "Cajeros automáticos" para conseguir dinero a través de una segunda hipoteca es mínimo - apenas un quinto de la tasa observada antes de la crisis de crédito. Así que a diferencia del boom de la década pasada, la reciente subida de los precios de la vivienda no ha estimulado el crédito excesivo.

Sin embargo, en el mercado de préstamos para automóviles parece que los prestamistas están escenificando una repetición de la crisis de crédito. Las ventas de préstamos subprime para automóviles son más altas que en 2007, al igual que las ventas de préstamos "buenos" para automóviles.

Las ventas de automóviles se desplomaron en 2009, hasta su nivel más bajo en una década. Su posterior rebote ha sido fundamental para la recuperación económica de EE.UU..

Sufi muestra que las ventas de automóviles en Estados Unidos en los primeros cuatro meses de este año aumentaron más del doble de rápido en los distritos con historiales de crédito pobres que en las zonas donde la gente tenía el mejor historial de crédito. También hay informes de que los impagos están subiendo.

Para ser claros, el auge de préstamos para automóviles de alto riesgo no puede causar tanto daño como el boom inmobiliario subprime. Las sumas en juego son mucho más pequeñas, la gente no espera que sus coches suban de valor y los coches se recuperan fácilmente. No hay un equivalente de los costosos dramas de las ejecuciones hipotecarias.

Pero todavía hay razones para temer que la burbuja en los automóviles tenga graves consecuencias económicas. Excluyendo el gasto en automóviles, las ventas reales en Estados Unidos habrían sido negativas en el primer semestre de este año. La recuperación del sector automotriz se habría visto apoyada por la financiación barata disponible - lo que sugiere que si la burbuja estalla impactaría sensiblemente.

Los problemas de crédito no se limitan a los préstamos para automóviles. Las futuras burbujas aparecen a menudo en las clases de activos que se han expandido más rápidamente.

Sobre esta base, la deuda de las empresas de los mercados emergentes ha aumentado mucho más que cualquier otra clase de activos, desde finales de 2008; en algunos mercados hasta cinco veces. Los bonos de alto rendimiento de EE.UU. o bonos "basura" y la deuda pública emergente son los siguientes en la lista.

Todos se han expandido mucho más rápidamente que las materias primas o las acciones. Al igual que las acciones, el precio de estas clases de activos se ha visto favorecido por los bajísimos tipos de los bonos "libres de riesgo", por lo que los inversores están mucho más dispuestos a asumir mayor riesgo buscando rentabilidad.

La deuda corporativa de los mercados puede crecer aún más. Las empresas necesitan más financiación, y sus economías están creciendo más rápido que el mundo desarrollado. Pero estas son sólo las condiciones en las cuales se pueden formar burbujas. Internet impulsó gran parte del crecimiento real, pero aún así creó una de las mayores burbujas de la historia porque la gente se emocionó demasiado y sobreestimó ese crecimiento.

Hay aún más razones para preocuparse por la deuda. Cuando los problemas estallaron en 2007, el crédito fue el vehículo más utilizado por las instituciones. Ahora, gracias a los ETFs, el crédito está disponible para los inversores minoristas a un precio bajo.

A pesar de que la deuda corporativa de los mercados emergentes tiende a ser mucho menos líquida que los valores de renta variable, está disponible a través de los ETF, que prometen ser tan líquidos como cualquier acción. ¿Qué pasaría si un gran número de inversores tratan de salir a la vez?

Al crédito todavía le queda un largo camino para al alcanzar los niveles de locura de 2007. Pero algunos nichos del mercado de crédito se están desbordando y eso debería causar preocupación."

 

Fuentes: John Authers




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