La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Bajo la Represión financiera, los inversores se ven presionados para tomar riesgo

José Luis Martínez Campuzano - Sabado, 23 de Mayo

imgEsos locos bajitos...¿recuerdan la canción de Serrat?. Yo la tuve muy presente el viernes pasado, festividad en Madrid. Una verdadera tropa de niños (con sus respectivos padres) al campo, paseando, jugando con la (s) pelota (s), cayendo imprudentemente en un riachuelo, buscando ranas (o cualquier bicho viviente que tuviera la mala suerte de caer en la red) y haciendo bifaces paleolíticas (se lo recomiendo, lo mejor para mezclar diversión y aprendizaje). Todo ello mientras las bolsas mundiales retrocedían, el USD se debilitaba y la deuda seguía tensionada. Y el oro, el activo de moda, seguía su escalada. Lástima que no hay oro en Navacerrada. O quizás es que no hemos sabido buscarlo. Lo intentaremos de nuevo en un futuro con nuestros "locos bajitos" y otros que se apunten a la tarea. Es lo que tiene poder diferenciar entre el mundo real y el financiero. Ya sé que me van a decir que el segundo condiciona al otro, pero....¿no debería ser al contrario?. ¿Lo ven? al final, los que nos dedicamos a los mercados financieros percibimos desde hace años su protagonismo sobre la economía real.

 Cuando doy clase debo contenerme para no aclarar que los mercados financieros son indicadores adelantados de la economía real.....menos durante esta Crisis. Así, la economía real se ve condicionada por el comportamiento de los mercados bajo la máxima de "proteger la estabilidad financiera" por los bancos centrales. Bajo el caldo de cultivo que conlleva la Represión financiera, los inversores se ven presionados para tomar riesgo. Y los deudores, a aplazar el ajuste de su deuda. Los ratios financieros, coste financiero especialmente, parecen menos inquietantes en un contexto de tipos nulos. Pero, de forma paralela, las empresas no invierten en capacidad. ¿Por qué? Esa es una muy buen pregunta. Como tampoco se recupera la inflación, aunque es cierto que el riesgo de deflación es menor. Dicho esto, es evidente que el contexto de mejora financiera facilita la recuperación económica cíclica. Aunque el futuro no deja de ser menos incierto. Quizás esto explique el auge inversor en arte, con la recaudación de las principales casas de subasta alcanzando máximos mensuales. Dice una galerista entrevistada por un medio  que es un tipo de inversión, especialmente si consideramos la satisfacción de tener en casa una obra de arte. Una valoración que en mi opinión refleja otra distorsión de los mercados. Inversión es inversión; el resto, no.

¿Les parece que estoy divagando? Pues les advierto que, salvo ejemplos concretos, son probablemente las mismas divagaciones que se escuchan en las tesorerías, gestoras y también en muchos consejos de bancos centrales. Incluso en algunos casos con ejemplos concretos de la economía real, probablemente diferentes a los míos, pero que nos sirven para intentar recuperar un poco de cordura en un contexto tan complejo (financiero) como el actual. ¿Quieren otro ejemplo? El último discurso del Presidente del ECB en el FMI, con continuas advertencias sobre los riesgos que conllevan las políticas monetarias expansivas actuales para, al final, defender que la impuesta con el QE viene para quedarse. O también el último público de la Presidenta de la Fed con mensajes de esperanza hacia el futuro matizados con advertencias sobre la dificultad de que sea así. Mi Jorge me lo reflejaba muy a las claras hace unos días cuando me preguntaba por la razón de ahorrar. Por si acaso, le decía yo. ¿Por si acaso qué? Pues eso, por la incertidumbre del futuro. Ya...me respondía. Y yo me quedaba con mal sabor de boca por no habérselo podido explicar mejor. Pero, ¿lo podrían hacer ustedes? Así se explicarán porque hay un exceso de ahorro mundial para un nivel de papel menor. Y a la baja este último,  considerando que las empresas tienen ahora más énfasis en recomprar acciones y comprar al competidor con efectivo que en cualquier momento histórico reciente.

Esos locos bajitos....Admito que me encantan los niños. Te hacen pensar con las preguntas que hacen, siempre ávidos de respuestas. Y esto es lo que falla en nuestro mundo financiero: faltan preguntas. Lamentablemente, porque no hay muchas respuestas. Y las que pueden oponerse generan más preguntas en un círculo vicioso de difícil salida. Esto es también lo que deben pensar muchos bancos centrales, ¿cómo salimos de esta? Que se lo pregunten a Buffett...¿recuerdan lo que dijo una vez que la Fed empezó a comprar papel? "en algún momento se dará cuenta de lo fácil que es comprar y lo complicado que es vender". Sabio, sin duda.


José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




[Volver]