La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“BOLSA, si le gustan los chicharros especule con los bancos mejor que con los pequeños…”

Daniel Gutiérrez - Martes, 30 de Agosto

Miguel A. es un viejo bolsista. Me dice que "El término chicharro (pescado azul de bajura, de sabor espeso y cierto olor desagradable, (pero con efectos beneficiosos, dicen, para la salud) lo incorporaron al léxico bursátil los más dinámicos y osados especuladores de la Bolsa de Bilbao hace más de 40 años, cuando la Bolsa de Bilbao marcaba tendencia a nivel nacional. Unos más que otros hemos contribuido a una suerte de popularización del término hasta el punto que muchos de quienes ahora los utilizan no saben a qué se refiere el asunto. Chicharro, en su acepción bursátil, es un término despreciativo, porque se refiere a empresas de solvencia escasa y dudoso futuro. En efecto, mucho chicharros han terminado suspendiendo pagos con el paso del tiempo. Los chicharros en Bolsa se caracterizan, también, por desarrollar evoluciones similares a las del canto del cisne, grandes subidas y grandes caídas. El especulador que logra coger el ritmo puede ganar mucho dinero. El que va con el pie cambiado, termina arruinado. Nunca los valores líderes entraron en esta disección, nunca los bancos fueron considerados chicharros. Ahora sí, porque son ya muy frecuentes movimientos intradía del 10% o más (diferencia entre la cotización máxima y mínima diaria) ¿Y qué hacemos con los viejos chicharros si los hasta valores líderes les han suplantado la personalidad?..."

"El paso de los bancos de un escenario a otro está justificado por el fuerte varapalo que acumulan sus acciones en Bolsa a nivel global. No olvidemos que otra de las condiciones de los chicharros es ofrecer precios muy bajos en Bolsa, lo que necesariamente no significa que esté baratos. En poco más de un año, grandes entidades antaño se han convertido en chicharros ahora al bajar su capitalización más del 50%. Ha ocurrido en la Bolsa española, en la alemana, en la italiana ¡ya te digo cómo lo están pasando! en la portuguesa, griega (¡qué desastre!) en la francesa y otras más..."

"A estas alturas todos deberíamos saber que los bancos se enfrentan al auge de las nuevas tecnologías (competidores) alternativas, tienen problemas muy serios de rentabilidad y de estructura semejantes a los de 1980. Además, los ingresos recurrentes han caído mucho , está a punto de desaparecer la partida de ingresos más boyante de los últimos años: el resultado de las operaciones financieras (ROF). El margen financiero (la diferencia entre lo que se paga por los depósitos y los que se cobra por los créditos), que durante décadas había sido la fuente fundamental de los ingresos bancarios, se estrecha, porque los tipos de interés están en negativo, algo que ya está levantando fuertes críticas contra el BCE..."

"Hay más, como problemas de capital y problemas de capitalización. Y, por supuesto, no hay en España negocio para todos. Ergo..."

"¿Para qué dar dividendos? “Cuando uno observa que movimientos intradía del 10% comienzan a ser muy frecuentes en los corros bancarios desde hace dos años se pregunta ¿para que sostener y mantener los dividendos tradicionales si los precios de las acciones pulverizan en unas horas las marcas de todo un año? Mejor capitalizar y crear valor, que no sostener un concepto clásico y denostado, destruido por la vorágine bursátil actual...”




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