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Bruselas recorta cuatro décimas, al 1,9 % el crecimiento de España

Redacción - Jueves, 07 de Noviembre

Tijeretazo.  La Comisión Europea ha recortado esta mañana la previsión de crecimiento para este año y el que viene cuatro décimas, hasta el 1,9 % en 2019 y el 1,5 % en 2020, el mayor tijeretazo entre las grandes economías del euro en comparación con las previsiones de julio. El PIB también se frenará significativamente en 2021 hasta el 1,4 %.

El Gobierno había rebajado una décima sus previsiones de crecimiento en el borrador presupuestario que envió a mediados de octubre a Bruselas, pero aún se quedó por encima del recorte de la Comisión. Madrid esperaba llegar al 2,1 % este año y al 1,8 % el que viene.

os técnicos comunitarios explican que la mitad del pinchazo se debe en parte a la revisión de los datos históricos que ha llevado a cabo el INE. Fuentes de Economía ya temían el impacto que podría tener en el registro de nuestro crecimiento.

Pero la otra mitad del recorte llega por el impacto de la desaceleración de la Eurozona. La región crecerá un 1,1% en 2019 y un 1,2% los dos próximos años, algo menos de lo previsto en julio, cuando se esperaba un 1,2% para este año y un 1,4% para el que viene.

La robustez que había mostrado el crecimiento español durante los pasados meses, en comparación con las economías vecinas, empieza a perder vigor. La incertidumbre por la guerra comercial y un Brexit descontrolado empapan la producción europea. En nuestro país, el consumo privado, motor durante los pasados trimestres del PIB, recuperará algo de pulso pero dará alas solo ligeramente a la economía, advierte la Comisión. También se ralentiza la inversión. Y aunque las exportaciones todavía aportarán al crecimiento, también perderán fuerza por las disputas comerciales.

La Comisión explica que la revisión de las estadísticas nacionales hasta junio de este año "muestran que el crecimiento en trimestres ha sido más bajo de lo estimado previamente, principalmente como resultado de un consumo privado más bajo". La institución añade que esto implicará un ímpetu menor de la economía de aquí en adelante, debido a una menor inclinación al consumo de lo inicialmente previsto.

 

En este contexto, la reducción del desempleo, que avanzaba a buen ritmo, también se espera que se frene, aunque el número de parados continúe cayendo.

La subida de los salarios no se está destinando al consumo sino al ahorro, por lo que los españoles están preparando sus colchones financieros para el periodo de inestabilidad e incertidumbre que vivimos.

Bruselas prevé que nos desviemos de la senda de déficit marcada tanto este año como el que viene

Respecto a la reducción del déficit, Bruselas prevé que nos desviemos de la senda marcada tanto este año como el que viene, dado que enviamos los segundos presupuestos prorrogados en medio de la parálisis política.

El déficit se quedará este año en el 2,3%, frente al 2% que esperaba el Gobierno. Aunque no ha habido esfuerzo fiscal, el Ejecutivo comunitario prevé que se reduzca un par de décimas respecto al año anterior gracias al incremento de los ingresos, sobre todo gracias a la subida de las contribuciones sociales. Este empuje de los ingresos sirve para compensar de sobra el aumento del gasto, sobre todo a causa de las pensiones.

El próximo año rondaría el 2,2%, muy lejos del 1,7% incluido en el borrador presupuestario del Gobierno, y el 2,1% en 2021. La Comisión explica que ha tenido en cuenta la subida de la paga para los funcionarios para 2018-2020 y la mejora de las pensiones acordes con la inflación.

No obstante, la institución también advierte que no se han tenido en cuenta todos los potenciales ahorros detectados por la AIReF, los cuales podrían ayudar a rebajar aún más el déficit nominal si se llevaran a cabo.

Bruselas sigue manteniendo que nuestra economía necesita un ajuste de un 0,65% de su PIB (en torno a unos 7.800 millones de euros) para cumplir con sus metas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

De hecho, las previsiones advierten que el déficit estructural incluso empeorará ligeramente hasta llegar al 3,25% el próximo año, hasta caer ligeramente en 2021. Un desgaste estructural de nuestras cuentas presupuestarias que continúa pesando en nuestro esfuerzo para reducir el endeudamiento. La deuda pública se reducirá aunque solo gradualmente, manteniéndose aun en niveles muy elevados, en torno al 96% del PIB en 2021.




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