La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¿Cómo nos va a entrar el pesimismo y la melancolía bajo esta promesa implícita de mayor liquidez?

José Luis Martínez Campuzano - Sabado, 28 de Noviembre

dsaHay un anuncio que ha escuchado con frecuencia en la radio en las últimas semanas. Y lo he escuchado cuando he podido: cerca de las seis de la mañana, con amaneceres cada vez más oscuros y fríos. El anuncio en concreto es de coches: una marca utiliza una voz masculina que defiende el otoño, precisamente utilizando argumentos que van en contra de esta estación. Como la felicidad de reencontrarse con el jefe tras el verano. Al final, una voz en off nos dice que ellos no pueden cambiar el otoño pero sí alegrarlo (no con estas palabras exactamente) con las ofertas de sus vehículos. La marca en concreto no la recuerdo; la defensa del otoño de nuestro valiente, sí ¿Qué a qué viene todo lo anterior? Pues eso: que hay que buscar argumentos para no amargarse con esta estación. Yo, pensar en el otoño y me vienen a la cabeza los exámenes de mis hijos (pienso más en ellos que cuando yo estudiaba....cosas de psicólogo). Una estación ciertamente triste.

Y los terribles acontecimientos recientes de terrorismo en Europa,  lo empeoran todo mucho más. Y menos mal que no me gusta el fútbol, aunque no se puede decir lo mismo en mi casa. Un verdadero drama el partido del sábado pasado. Pero, mi respuesta es evidente: ha ganado el que jugó mejor. Y por una diferencia abismal. No, no lo vi. Aunque, lector infatigable, lo he contrastado en cinco periódicos hace unos días.

 

¿Les estoy amargando con todo lo anterior? Para nada. Ya saben que todo no puede ir mal. Si rebuscamos un poco siempre encontramos algo que nos alegre, aunque no estoy muy seguro que nos compense de todo lo negativo (y hay mucho) de este momento. ¿Qué dónde encuentro esta contrapartida? Algo más que tópicos, como la familia. Lectura, también. ¿Deporte? Obligado por mi mujer. Pero, especialmente, el saber que si pasa algo malo en mis recomendaciones de inversión siempre tendré el apoyo....del ECB. No se lo esperaban, ¿verdad? Pero es la realidad. Mejor que el anuncio de marras. Y mejor que el obligado pádel: sí, un buen comentario del Presidente del ECB o cualquiera de sus consejeros (responsables del Buba al margen) para animarte. ¿Qué el futuro es incierto? Ahí está el ECB; ¿qué hace frío? No hay problema, porque todo irá mejor con las nuevas medidas que se van a aprobar en diciembre; ¿qué hay menos luz? Todo brilla mucho más, gracias a una política monetaria expansiva que parece no tener final. ¿Cómo nos va a entrar el pesimismo y la melancolía bajo esta promesa implícita de mayor liquidez y facilidad de crédito?.

¿Ya se sienten un poco mejor? Ya lo dice el refranero: el dinero no da la felicidad, pero ayuda a pasar los malos ratos. Aunque, debo admitir que dos titulares en prensa este fin de semana me han inquietado. El primero nos advierte sobre la volatilidad creada por las futuras discrepancias en política monetaria a nivel mundial; el segundo, nos dice que la transmisión de la política monetaria no es perfecta de forma que lo tengamos en cuenta con el coste del crédito final para "financiar la Navidad". Más inestabilidad y más coste. ¡Voy a volver a escuchar la última comparecencia del Presidente del ECB para mejorar mi ánimo!.

¿Y los mercados? Pues en un contexto lateral, pero alcista. Sin detonante claro, las bolsas USA marcan la dirección del resto al alza pero entre caídas y subidas diarias (y dentro de cada día). Desde la Fed se matiza el potencial impacto negativo en los mercados (de su impacto en la economía no dicen nada) de la subida de tipos, enfatizando que no es tan importante la subida como su escalada. Y de esto último, por el momento, nada de nada. Incluso algunos analistas ya comienzan a recomendar de nuevo los mercados emergentes, con rentabilidades (potenciales) a corto plazo cercanas a dos dígitos "si no pasa nada". ¿Y qué es este nada? No lo dicen. Nosotros, por el momento, no somos tan atrevidos. Pero sí nos gustan a corto plazo las bolsas desarrolladas. Y especialmente las europeas y japonesa. Y con cuidado vemos la evolución de la rentabilidad del treasury a medio y largo plazo con atención. ¿En un escenario de tipos oficiales al alza? Es el conundrum. Pero de esto ya hablaremos en otro momento.



José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




[Volver]