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¿Cómo se forman las “burbujas”?

Carlos Montero - Miercoles, 04 de Mayo

El mercado puede estar inflando algunas burbujas ante la avalancha de inversores que concurren en un mismo activo. Las burbujas, en pocas palabras, son pecados de excesos provocados porque demasiadas personas quieren comprar un número reducido de bienes.

En la burbuja tecnológica vivimos como los inversores se desvivían por conseguir su trocito de punto.com, lo que provocó que las valoraciones alcanzaran cotas estratosféricas. La burbuja inmobiliaria vio eventos similares en el mercado de bienes raíces.

Por lo tanto, es lógico pensar que a los inversores no les tendría que gustar los activos en los que se amontona la gente. Demasiado dinero en muy pocos activos suele acabar en desastre.

Excepto que eso no es lo que ocurre. A menudo, los inversores se hacinan en los mercados. La pregunta entonces se hace evidente: ¿son estos hacinamientos burbujas? Y si es así, ¿cuándo estallarán?

Antes de entrar en la cuestión de si estamos o no en una burbuja, es necesario averiguar cómo hemos llegado hasta aquí.

El principal culpable es la búsqueda por activos que den rentabilidad. Con unos rendimientos tan bajos en muchas clases de activos y los rendimientos de los bonos en muchos mercados desarrollados en negativo, ha habido una necesidad de acudir a activos de riesgo. Recordemos que mayor rendimiento se asocia con mayor riesgo.

Es la Reserva Federal, el Banco de Japón, el BCE, los que entrando en el mercado comprando bonos del gobierno de alta calidad y retirándolos del mercado, ha provocado que los inversores desplacen sus inversiones a activos de mayor riesgo, señala Ike Siegel, director global de Goldman Sachs Asset Management Insurance Investing.

Mientras Siegel está hablando específicamente de los inversores de seguros, se puede aplica a todo el mercado, ya que los inversores que se han visto excluidos en algunos activos tienen que encontrar otro sitio donde poner su dinero. Con un menor número de opciones y rendimientos más bajos, se termina con operaciones que inflan activos.

Este impulso a la rentabilidad se ha manifestado en una serie de lugares, tanto en las acciones como en los mercados de renta fija.

"No hay duda en mi mente que hay un desplazamiento", comenta John Bailer de BNY Mellon. "La percepción es que las tasas de interés van a permanecer bajas durante un largo tiempo y por lo tanto los inversores están tratando de comprar todo aquello que dé algo de rendimiento".

Las acciones que pagan dividendos están especialmente demandadas, ya que no sólo los inversores de capital sino muchos fondos tratan estas acciones como sustitutos de los bonos.

La gente se esconden en las acciones que creen son activos seguros.

Esto causa dislocaciones en el mercado y ciertas empresas terminan con valoraciones mucho más altas de lo que sería razonable.

Kathy Jones, estratega jefe de renta fija de Charles Schwab, señala que está sucediendo lo mismo en el mercado de bonos.

"Hay que acostumbrarse a esto", dijo Jones. "Hay hacinamiento ya que las personas están llegando al mercado tratando de encontrar un sitio donde consigan un buen rendimiento y eso provoca que una gran cantidad de personas intenten comprar un menor número de activos".
 

¿Cómo termina todo esto?


Sin embargo, hay alguna buena noticia. Mientras que las burbujas tienen una propensión a estallar, existe la opción de liberar lentamente la presión a través de un mal comportamiento.

"Los mercados no tienden a premiar a las acciones en las que todo el mundo se vuelva", dijo Bailer. "Así que, finalmente, los inversores van a tener que buscar otro sitio para obtener rendimientos."

El equipo de análisis cuantitativo de UBS ha encontrado que se está liberando algo de presión en los activos más populares, ya que las condiciones han cambiado.

El único problema que hay es que la dinámica subyacente que está llevando a la gente a hacinarse en algunas pocas operaciones no está cambiando. Los bancos centrales no van a subir las tasas en el corto plazo, por lo que es muy probable que los rendimientos se mantengan bajos, y los inversores tendrán que seguir operando en los activos que den algo de rentabilidad, aunque estos conlleven un importante riesgo. Esto provoca que los inversores se centren en los activos de alto retorno y se termine hinchando una burbuja.

Además, las burbujas tienden a aparecer cuando la mayoría de la gente menos se lo espera, por lo que también hay algo de eso cuando la mayoría de la gente se vuelca en un determinado activo - que no comprarían si creyeran que está en burbuja. 

 

Fuentes: Bob Bryan (BI)




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