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El arte de no hacer nada

Carlos Montero - Lunes, 31 de Agosto

Charlie Munger, mano derecha de Warren Buffet, es uno de los hombres más respetados en los mercados financieros. Su filosofía de inversión se puede resumir en dar valor a no hacer nada. No hacer nada hasta que se presente una gran oportunidad de inversión, y no hacer nada una vez que se haya invertido en ella.

Como señalan los analistas de Seeking Alpha, no hacer nada es un principio básico de la filosofía de inversión enfocada al crecimiento de los dividendos de Buffet-Munger. Buscan empresas de alta calidad a buenos precios. Una vez que las consiguen, se sientan y dejan que las compañías trabajen por ellos. 

El crecimiento del resultado corporativo no es lineal, incluso en empresas de alta calidad con fuertes ventajas competitivas. Hay muy pocas empresas cuyos beneficios crezcan año tras año. Los 31 años de aumentos consecutivos de ganancias de Johnson&Johnson son una excepción.

Coca Cola, por ejemplo, aunque en la última década ha tenido una ganancia por acción anual del 7,2%, vio como su beneficio se reducía en 2009 y 2014. Coca-Cola es una de las posiciones más grandes que tiene Warren Buffet. ¿Cree que las vendió en 2009 o 2014? Por supuesto que no.

Los resultados empresariales de forma natural fluctúan. Siempre y cuando una empresa mantenga su ventaja competitiva, y mantenga la gratificación a sus accionistas mediante dividendos, no debe ser vendida.

Esto no quiere decir, añade Sure Dividend, que las empresas vayan a crecer indefinidamente. Las cosas cambian con el tiempo. Lo que es importante es verificar si las empresas en las que invierte mantienen sus ventajas competitivas o no. Cuando las pierdan, entonces es momento de vender.

Los inversores individuales tienden a vender en el momento equivocado. Según el estudio de referencia de Brad Barber y Terrance Odean, en el que analizaron a 78.000 inversores individuales, estos participantes del mercado tienden a vender una acción para comprar una nueva. Las acciones que venden superan en promedio a las acciones que compran. Esto significa que compran y venden en el momento equivocado.

¿Cuál es la solución? No vender sin una muy buena razón. La caída de los precios no es una buena razón. De hecho lo contrario. Cuando bajan los precios, si el negocio subyacente no ha cambiado, es buen momento para comprar más acciones. 

La estrategia de comprar y mantener da a los inversores una ventaja psicológica. Uno puede analizar diferentes aspectos del negocio. La durabilidad y la fuerza de la ventaja competitiva de una empresa se convierten en el principal criterio para la compra y la venta, junto con la forma en la que la empresa premia a los accionistas. A parte de que incurre en menos costes financieros.

Cuantas menos operaciones haga, más dinero probablemente hará, y menos dinero dará a los intermediarios financieros. Es simplemente cultivar el arte de no hacer nada.




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