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El estrés de los bancos españoles no acabará tras las pruebas del BCE

Reuters - Jueves, 23 de Octubre

La banca española encara las pruebas de estrés del BCE con cierto optimismo aunque posibles pérdidas ocultas en créditos a empresas y particulares y su baja rentabilidad auguran meses todavía difíciles para un sector que sigue convaleciente. Las entidades pequeñas acaparan el foco del mercado mientras los grandes bancos no han conseguido abstraerse a los efectos de la mayor caída del crédito en medio siglo y tampoco han dejado atrás aun el ciclo de venta de activos y reducción de costes para reforzar su balance.

"Podemos tener confianza en que la banca española obtendrá buenos resultados en las pruebas que el Banco Central Europeo ha realizado antes de convertirse en el Supervisor Único", dijo el miércoles el ministro de Economía Luis de Guindos tras recordar la gran reestructuración del sector.

Los bancos españoles recibieron ayudas europeas de 41.300 millones de euros para sanearse tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 pero expertos vislumbran más dificultades para aquellas entidades con mayores tasas de mora y ratios de capital más bajos, como el caso de Liberbank.

Según sus propios cálculos, el banco ostentaba a finales de 2013 un ratio de core capital "BIS III Phase-In", el más próximo a los datos que usaré el BCE en la prueba, del 8,7 por ciento, a la cola de la lista de los principales bancos españoles.

Los 130 bancos europeos analizados tienen que tener un ratio de core capital del 8 por ciento, y del 5,5 por ciento en un escenario estresado. En el caso de los bancos españoles, este escenario adverso contempla una recesión en 2014 y 2015 y un débil crecimiento en 2016.

Las entidades dispondrán de un plazo de seis meses para cumplir con los déficit de capital identificados en el escenario base y de nueve meses en el adverso.

Los expertos señalan también como vulnerables a entidades españolas como Banco Popular, Sabadell e instituciones procedentes de antiguas cajas, como Unicaja, la nacionalizada BMN y la cooperativa de crédito Cajamar.

FONDO DE COMERCIO

Fuentes cercanas al proceso de examen señalaron que un frente importante de batalla será el de la comunicación de los resultados del ejercicio.

Si bien no se pueden descartar algunos suspensos, será clave averiguar si con los medidas de refuerzo de capital adoptadas hasta septiembre de 2014 las entidades habrían cubierto los eventuales déficit de capital a cierre de 2013, la fecha usada por el BCE para tomar la instantánea del sector.

Liberbank, por ejemplo ya cerró en junio una ampliación de capital por 575 millones de euros y podría haber subsanado ya sus eventuales necesidades.

La posición de solvencia de los bancos españoles se podría ver adicionalmente dañada por un cambio de criterio metodológico europeo decidido a última hora por parte del BCE.

La institución monetaria europea ha obligado a la banca española a deducirse de forma completa en las pruebas de estrés el fondo de comercio de sus ratios de solvencia, dijeron cuatro fuentes consultadas.

El impacto no se prevé determinante en los eventuales suspensos o aprobados pero una de las fuentes explicó que entidades como Santander, BBVA, Popular , Sabadell o La Caixa podrían restar capital por la medida.

Ni los bancos mencionados ni el Banco de España quisieron hacer comentarios.

¿MORA OCULTA?

Mas allá del ejercicio de la institución de Francfort, una de las fuentes principales de problemas para las entidades españolas son las potenciales pérdidas ocultas que puedan aflorar en los créditos a empresas y particulares.

Estas no están tan acotadas como las del ladrillo, que han llevado a la banca española a constituir provisiones totales por unos 180.000 millones de euros.

"Ahora hay más miedo al crédito a familias y empresas porque este es un capítulo más heterogéneo y no está tan provisionado como el del sector inmobiliario", dijo Ángel Berges, consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

La banca afloró a finales de 2013 una morosidad oculta de 20.564 millones de euros, algo que obligó a provisiones adicionales por unos 5.000 millones de euros frente a unos 80.000 millones de euros que se estima que han dotado las entidades contra el riesgo inmobiliario.

Una fuente conocedora del proceso de revisión de activos (AQR) que se está llevando a cabo en paralelo de las pruebas de estrés dijo que una de las grandes obsesiones del regulador europeo había sido verificar que las entidades clasificaban créditos similares en las mismas categorías de riesgos.

La exposición total de la banca española a créditos de empresas -- sin atender a importe y plazos -- ascendió a agosto a 568.022 millones de euros mientras que la mora sigue por encima del 13 por ciento, según datos del Banco de España.

Muchos economistas, como el profesor de la Universidad de Alcalá, José Carlos Díez, también recuerdan que otra piedra en el zapato de la banca española es su baja rentabilidad en un entorno de tipos en mínimos.

En la actualidad, las siete entidades españolas cotizadas tienen de media un retorno sobre capital (ROE) del 4,3 por ciento, muy lejos de los retornos de doble dígito de antes de la crisis.

El retorno sobre activos (ROA) es apenas del 0,2 por ciento, cuando antes superaban el 2 por ciento, según datos de Thomson Reuters.

 




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