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El petróleo podría caer hasta los 25 dólares barril. ¿Sería esto bueno o malo para la economía?

Carlos Montero - Miercoles, 01 de Abril

Los precios de petróleo podrían caer hasta los 20-25 dólares antes de tocar fondo. Pero si la historia nos puede servir de guía, este escenario podría ser positivo para las acciones que trasladarán el beneficio de bajos precios de la energía en los resultados empresariales y en el gasto del consumidor. Así lo cree Scott Minerd, jefe de inversiones de Guggenheim Partners.

En una reunión con periodistas el pasado lunes, Minerd declaró que ve pocas razones para esperar un significativo rebote de los precios del petróleo en el corto plazo. La dinámica de la oferta y la demanda sigue siendo desfavorable, sobre todo con la capacidad de almacenamiento en Cushing, Oklahoma. Centro de entrega de posibilidades de quedar fuera en las próximas semanas. Eso podrá aún más crudo en el mercado. 

Minerd señala que desde un punto de vista técnico la siguiente parada podrían ser los 34 dólares barril, “que en caso de ruptura llevaría al petróleo sobre los 20 dólares”.

Este analista añadía que esta posible caída del petróleo debería ser positiva para la renta variable, trazando un paralelo con 1986, cuando los efectos beneficiosos de una caída de las existencias de petróleo ayudaron al rally de las bolsas incluso cuando la Reserva Federal subió tipos.

En 1986 los precios del petróleo cayeron más del 60%, añade William Watts de Market Watch, cuando los inversores se pusieron de acuerdo del exceso de oferta mundial de petróleo. Al final del trimestre de ese año el barril de petróleo alcanzó los 10,42 dólares. A final de 1986 las pérdidas del petróleo se situaron en el 32%

Si miramos el mercado de valores en aquella época vemos como las acciones se recuperaron a nivel global. El S&P 500 subió un 14,6% en 1986 y un 20% más en el primer trimestre de 2015.

Estoy de acuerdo en que la caída del precio del petróleo incrementará los beneficios empresariales y el gasto del consumidor, de hecho ya lo está haciendo, pero lo que Minerd no recoge en su análisis son las repercusiones indirectas de un petróleo a esos niveles. Hace unos meses advertíamos de esta posibilidad recogiendo las palabras de Shawn Driscoll, gestor de materias primas en T. Rowe Price New Era Fund, afirmando que el precio del crudo podría haber entrado en una tendencia de super ciclo bajista que podría durar hasta 15 años. Las proyecciones bajistas de T. Rowe han sido ampliamente superadas, y muy lejos de lo que estima Minerd.

El especialista Howard Gold afirma, al igual que Minerd, que el gasto consumidor se disparará en caso de caída del petróleo de esa magnitud, pero las repercusiones negativas serán mayores:

- EE.UU.: Han producido más de un millón de barriles por día en los últimos tres años, mientras que el número de plataformas de extracción sigue subiendo mensualmente.

Si los precios del petróleo siguen cayendo, la producción de esquisto podría reducirse drásticamente hasta detenerse completamente.

- Nigeria y Venezuela: Nigeria necesita un petróleo en los 126 dólares barril para equilibrar su presupuesto según afirma el Deutsche Bank. Si el precio sigue debilitándose podría incrementarse el malestar interno y subir las acciones del terrorismo islámico.

El caso de Venezuela es más sangrante. Necesita un petróleo en 162 dólares barril para equilibrar su presupuesto.

- Irán: Necesita los precios del petróleo en 135 dólares para mantener su balance. El embargo y sanciones de los EE.UU. y Europa han provocado que las exportaciones de petróleo caigan en un 60%, mientras que la inflación ha subido un 50% y el desempleo se sitúa en el 35%.

El acuerdo nuclear provisional ha suministrado cierto alivio, aunque el acuerdo definitivo aún no se ha firmado. Estos bajos precios del petróleo pueden endurecer la postura iraní.

- Rusia puede ser el mayor perdedor de la caía de los precios del petróleo. Necesita un barril en 100$ para equilibrar su presupuesto y mantener la estabilidad política y la cleptocracia en la que viven.

La ocupación rusa de Crimea ha convertido a Rusia en un paria internacional, que ha sufrido rígidas sanciones. El rublo se ha desplomado un 30% este año y el país ha gastado ya el 15% de sus reservas de divisas para apuntalar su moneda y su economía. Recientemente Moody’s rebajó su calificación a dos niveles por encima del bono basura, y no es descartable una suspensión de pagos si el precio del petróleo sigue bajando.

A pesar de esta situación, la postura rusa se ha endurecido en el conflicto con Ucrania y en los acuerdos bilaterales con los países occidentales, lo cual puede acelerar el deterioro de su economía y los efectos negativos sobre otros países de la zona.




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