La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Estatuas de sal

Santiago Niño Becerra - Lunes, 28 de Mayo

Ya es la segunda frase antológica que pronuncia el Sr. Ministro de Economía del reino en quince días (la primera fue aquella de que ‘España ya había hecho todo lo que podía hacer …’). Esta segunda la vocalizó en el Parlamente español: “Ahí está la fiscalía, yo no tengo vocación de ángel vengador, cuando uno vuelve la vista atrás se vuelve estatua de sal” (El País 24.05.2012, Pág. 22). ¡Ex-cep-cio-nal! (Pronunció esta sentencia el Sr. de Guindos cuando un parlamentario le reclamó medidas contra quienes, argumentó, han causado todo el problemón financiero en el que estamos metidos).

Dijo el Sr. Ministro que habrá dinero público para Bankia (digo yo que habrá dinero público para todas las entidades que lo necesiten, ¿no?, ¿o es que lo habrá para las más guapas y no para las más feas?, ¿o es que, en línea con lo manifestado por la OCDE, lo habrá para las que sean viables y las que no lo sean ‘Adiós, banco, adiós’?. Sres. Periodistas, por favor aclaren esto).

Ya lo hemos comentado aquí: un banco no debe quebrar: las consecuencias serían absolutamente catastróficas y difíciles de imaginar. Olvídense de Lehman: ninguna abuelita cobraba su pensión en Lehman, ni Lehman descontaba pagarés al taller de la esquina, ni ningún Mr. Smith tenía depositado en Lehman los Franklins que estaba ahorrando para comprarse un estéreo. En el límite alguien podía haber dicho ‘¡Que se joda Lehman!’ porque Lehman era un banco que operaba con empresas explotadoras de la clase obrera, con fondos buitres que devoran los cadáveres de los países caídos, con inversores desalmados que estrujan a los débiles. Pero resulta que Bankia no es Lehman, y en el momento que viésemos colas ante las oficinas de Caja de Madrid, por ejemplo, sería la señal de que algo muy terrible se estaba generando, por lo que es algo que no debe generarse. Y para aquellos que digan, ‘Bueno, pues que quiebre algún banco’, la respuesta podría ser: ‘Vale, que quiebre el tuyo’.

Vuelvo a formular la pregunta que ya he formulado: ¿cuántos bankias hay en España? (y en todas partes, claro), ¿cuántos?. Bien, pues ninguno debe quebrar. ¿La respuesta a esa pregunta la responderá la superauditoría que va a realizarse?. Tal vez, tal vez, pero los antecedentes a auditorías como esa no son confiables: recuerden los tres stress tests.

Ningún banco debe quebrar, pero sus accionistas … ¿por qué hay que mover ni un solo dedo por gentes que han estado disfrutando durante los años en que ‘España fue bien’ de una decisión que libremente tomaron sabiendo que toda compra financiera comporta un riesgo?. ¿Por qué hay que gastar en ellos ni un céntimo de dinero público?. Y las famosas preferentes … ¿ya se han olvidado las llamadas conminatorias de quienes las querían a quienes las vendían?: ‘Oye tu, cabrón, que estoy esperando desde hace meses’. Hablen con quienes las colocaban, hablen, verán lo que les cuentan. De ‘gente atrapada’ se habla, yo más bien hablaría de gente que se creyó lo que quiso creerse porque le convino confiar en quien le estaba contando algo que sonaba muy bien. En el ¿cuento? del rey desnudo, desde el principio desnudo estaba el rey, pero lo cierto es que a nadie le convenía decirlo, o verlo.

Ningún banco debe quebrar, pero las máximas autoridades económico-financieras deben mostrar un papel en el que digan en qué situación se hallan esos bancos que-no-deben-quebrar, papel que debe escribir alguien en quienes confíen los que mueven 50 mM USD chasqueando los dedos. Se critica que Oliver Wyman haya sido contratada para auditar a la banca española teniendo en cuenta que en el BdE hay profesionales de bandera y teniendo aún más en cuenta que OW, según se dice, la ha cagado en varias ocasiones. Yo no lo veo así.

Haji Mohammad Soeharto, el mundo le conoce como Suharto, ha sido uno de los dictadores más sanguinarios de la Historia reciente. Con el soporte del mundo libre en general y de USA muy en particular estuvo en el poder más de treinta años en los que, según fuentes generalmente bien informadas, masacró a más de medio millón de indonesios tras su golpe de estado de 1967. Suharto fue alguien necesario a quien se le permitieron cosas que eran necesarias; al igual que a OW: ¿cómo si no se explica que calificase al Anglo Irish Bank como el mejor banco del mundo dos años antes de que entrase en barrena y sin embargo nada le sucediese a OW?. OW dijo lo que era necesario decir de la forma que era conveniente decirlo, del mismo modo que Suharto hizo lo que fue necesario hacer. Ya se la he recomendado, vuelvo a hacerlo: vean ‘The International’ (Tom Tykwer, 2009).

Tal y como lo veo, OW y-la-otra-auditora-de-la-que-nadie-habla han sido contratadas tan sólo para que digan una cifra, una cifra que sea creíble, pero que sea la cifra creíble que es conveniente oír. Ni serán los 53 mM que dijo el Gobierno del reino, ni los 278 mM del IIF, ni mucho menos los 350 que algunos dicen por ahí. Será algo suficiente, abordable, comestible, ¿120 mM?, no: una cifra demasiado redonda; ¿116?, eso ya suena mejor. El Estado pondrá esa pasta ... en la forma que sea conveniente y para ello tendrá que sacar de alguna otra parte: ¿más recortes en educación y sanidad?, al fin y al cabo como el partido que conforma este Gobierno fue aclamado por el pueblo …; pero no será suficiente; entonces sí puede recurrirse, por ejemplo, a un préstamo del FMI, vía fondo de rescate europeo con la bendición del BCE: alguien competente: OW, habrá trasladado la bendición de los mercados.

OW también, pienso, recomendará absorciones, fusiones más o menos ‘entre iguales’, cierres ordenados con seguridades de depósitos; puede que recomiende alguna limitación de uso y de forma de los depósitos. Liftings más o menos estéticos pero desde luego convenientes. Lo importante es evitar colas ante las oficinas bancarias, y como con el nuevo Código Penal parece ser que no van a poder congregarse más de veinte personas, pues todo ayuda.

Recuerden: los bancos tipo los que tenemos aquí no quiebran. Y las estatuas de sal ya no están de moda.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]