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Franklin Templeton: “Hay una posibilidad de que la recuperación europea se retrase”

Redacción - Lunes, 22 de Septiembre

¿Puede la crisis entre Rusia y Ucrania dañar gravemente la recuperación europea? Es la pregunta que lleva flotando en la eurozona desde hace meses y que ahora trata de responder Philippe Brugere-Trelat, vicepresidente ejecutivo y gestor de Franklin Templeton Investments. El gestor cree que el conflicto geopolítico se ha visto reflejado en el mal dato de crecimiento registrado en la eurozona durante el segundo trimestre del año, afectando particularmente a Alemania, que sorprendió negativamente al contraerse un 0,2% en este periodo. “Al ser la economía alemana una de las más expuestas a Rusia, creo que (este dato) está directamente relacionado con las tensiones entre Rusia y Ucrania”, declara el experto.

Pero va más allá al afirmar que también espera que el dato del crecimiento en la eurozona en el tercer trimestre sea mediocre “en parte debido al intercambio de duras sanciones entre Rusia y Occidente en julio”, explica. Brugere-Trelat teme especialmente por Alemania: “Ya estamos viendo datos decepcionantes de pedidos manufactureros y las compañías alemanas están poniendo en suspenso sus planes de expansión. El gasto sobre capital alemán ha sido débil y la confianza empresarial en el país se ha resentido”. Todo esto lleva al gestor a extraer una primera conclusión: “Creemos que ahora existe la posibilidad de que la esperada recuperación de la economía europea se retrase, especialmente si se intensifica la tensión política”

Dicho esto, el experto también observa una serie de factores que podrían proporcionar apoyo alcista a los mercados incluso si persiste la crisis, con mención especial para la voluntad del BCE para reactivar la economía y la previsible depreciación del euro, que impulsaría las exportaciones. Por otra parte, Bruguere-Trelat afirma que “aunque actualmente la situación en Ucrania parece problemática, no creo que Rusia se pueda permitir una crisis prolongada”. Amplía esta explicación: “La economía rusa podría estar ya en recesión o dirigiéndose hacia a una, y la pérdida de producción debido a las sanciones occidentales, junto con la escasez de abastecimiento y la subida de los precios del consumo que están encarando los rusos podría ir erosionando el apoyo del presidente Vladimir Putin”.

Pero el gestor considera todavía más importante la necesidad que tienen Rusia y Europa  de llevarse bien “porque cada una necesita lo que la otra posee: Rusia necesita desarrollar su economía dependiente de las materias primas y no puede desarrollar sus propias plantas de petróleo y gas sin capital y tecnología europeos; y Europa necesita el gas ruso para abastecer sus centrales térmicas”. Un segundo pronóstico en este campo: “Putin es muy consciente de esta situación y creo que esta crisis probablemente se resolverá pacíficamente, posiblemente antes de fin de año, porque creo que no hay otra solución viable”. El gestor opina que algunas de las compañías europeas expuestas al mercado ruso “han sido castigadas desproporcionadamente por estos acontecimientos y esto sugiere que ahora es un buen momento para considerar la compra de valores europeos”.

Una visión contrarian sobre la renta variable europea

Brughere-Trelat señala que, si se aísla todo el ruido generado en el corto plazo, se puede observar que muchas compañías europeas se han estado comportando mejor de lo esperado, generando ganancias sólidas en el segundo trimestre y beneficiándose de la política de 'forward guidance' de los bancos centrales. “La cuestión es que mucho de este crecimiento procede de más allá de las fronteras de Europa”, indica el gestor: la mayor parte de los ingresos de las empresas europeas proceden de Norteamérica y China. “Estos mercados han estado creciendo bien y son mucho más importantes que Rusia para muchas compañías de Alemania y otros sitios”, apostilla. A esto hay que añadirle la depreciación del euro, que ya está teniendo impacto sobre los beneficios corporativos al mejorar su perfil de competitividad. 

“Otra dinámica que hace que los valores europeos nos convezcan ahora es que la rentabilidad media por dividendo del Stoxx 600 es mucho más atractiva que en EE.UU.”, añade el gestor. Considera especialmente importante este dato si además el inversor tiene en cuenta que el bund está rindiendo menos del 1%, “sin tener ni siquiera en consideración el potencial de las empresas para mejorar sus ingresos futuros y sus márgenes operativos”. 

Si unas líneas más arriba el representante de Franklin Templeton afirmaba que Alemania le tiene especialmente preocupado por el impacto de las tensiones geopolíticas, ahora descubre sus cartas: “Las acciones alemanas nos convencen cada vez y estamos descubriendo valores en medio de la crisis rusa. Nos gustan los valores de consumo cíclico porque sus valoraciones son muy bajas en relación con otros sectores como la salud o el consumo básico. Hemos encontrado muchas compañías con buenos balances, buenos flujos de caja y buena gestión en este espacio”. Más pistas: al gestor le gustan los valores vinculados a la industria automovilística, ocio, industriales, ventas minoristas e incluso el sector financiero, incluyendo bancos. 

El gestor recurre a su dilatada experiencia para dar un consejo a los inversores: “Con cualquier crisis o dislocación del mercado en el corto plazo como la que hemos visto en Europa, es importante centrarse en el cuadro general. Cuando invertimos, tenemos un horizonte temporal que está expresado en años, no en meses. Solemos ser muy contrarian y también podemos llegar pronto. Dicho esto, no vemos razón para seguir buscando valor de largo plazo en sitios donde otros solo ven los riesgos de corto plazo”.

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