Ha llegado el momento. O al menos eso es lo que muchos piensan. O desean. Naturalmente, me refiero al ECB.
Lo primero que podemos leer en Reuter es que un importante gestor de BlackRock considera un error “especular” con que el ECB acabará comprando deuda pública. Sin duda, no estaba preparado para el rally que acumula el mercado de deuda europea, especialmente la periférica, desde hace dos años.


Con todo, lo que más me llama la atención es la palabra en si: especular. ¿Invertir no sería más apropiado? De hecho, los inversores siempre invierten tratando de anticipar de forma correcta el futuro. O así debería ser. Lamentablemente, cuando hablamos de mercados distorsionados lo importante no es tanto adelantar el futuro que subyace en el precio de los activos como anticipar su tendencia.
Pero, con todo lo anterior sigo sin reflejar la diferencia entre especular e invertir. Y todos tenemos claro que el primero es claramente despectivo: tiene connotaciones negativas innegables. De esto saben mucho las autoridades que hablan de especuladores de forma negativa y de inversores de forma positiva.


Ya sólo me queda algo más que recordar: ¿dónde queda aquí el contagio positivo al que se refería el Presidente del ECB dos años atrás? Inversores, especuladores…en el fondo es lo mismo.