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La constante de reinicidir en el error año tras año, lustro tras lustro

Carlos Montero - Miercoles, 23 de Enero

En el último lustro es casi una constante que los analistas en sus previsiones de final de año recomienden traspasar parte de las posiciones en la renta variable estadounidense a la renta variable europea o emergente. También es habitual comprobar como una vez pasado el ejercicio, las acciones de EE.UU. se han comportado mejor en promedio que las europeas, aumentando el diferencial de valoración entre ambas (más caras las de EE.UU.). Los analistas que creen que ya ha llegado la hora de que se reduzca esa sobrevaloración vuelven a hacer la misma recomendación a final de año, y el ciclo se inicia de nuevo. 

Algunas casas de análisis sin embargo, se han desmarcado de esa dinámica diabólica, y se mantienen positivos en la renta variabe americana desde hace mucho tiempo. Este es el caso de Goldman Sachs, que recientemente publicó sus perspectivas de inversión para 2019 e hizo la misma recomendación que ha dado por diez años: manténganse en las acciones estadounidenses.

Guillermo Barba señala al respecto: "A pesar de las caídas en los mercados accionarios y los temores por una recesión que puede llegar a finales de 2019 o en 2020, el banco de inversión aún confía en los fundamentales de la economía norteamericana."
 

“Si la preeminencia (supremacía) de Estados Unidos sigue intacta y es poco probable que se produzca una recesión en 2019, entonces podemos mantener nuestra asignación de activos estratégicos en EU y resistir las solicitudes actuales de infraponderar estos activos y sobreponderar los de los mercados desarrollados y emergentes”, dice Goldman Sachs en el documento “American preeminence in a rattled world.” Estamos de acuerdo.

Goldman Sachs sostiene su recomendación porque no cambia de opinión con los riesgos geopolíticos, sino que basa su análisis en las ganancias, crecimiento e inflación. Pero aclara que “el riesgo clave para nuestra opinión es que la caída libre en las acciones continúe y cree su propia recesión.”

El banco estima que las probabilidades de recesión en 2019 son de entre un 15 y 20%, cuando en 2018 eran del 10%. Mientras los principales indicadores económicos no señalen una recesión inminente, Goldman Sachs les dice a los inversionistas que se mantengan en los activos estadounidenses.

Los mercados emergentes tienen peores perspectivas, de acuerdo con el informe.

Los incrementos de tasas de interés y, en consecuencia, el aumento de rendimientos en EU, hacen más vulnerables a estas economías que dependen más de los flujos de capital.

Esto “magnifica el impacto negativo de los errores de política en Argentina y Turquía y de la elección de los populistas en México y Brasil. Además, la escalada de las tensiones comerciales entre EU y China, unidas a sanciones más estrictas en Rusia, Irán y Venezuela, pesaron sobre el sentimiento de los inversores de mercados emergentes.”

Goldman Sachs ve tan seguro seguir en Estados Unidos este año que prefiere mantenerse en estos activos y no aumentar tenencias de oro.

En la opinión de los estrategas del banco, “el oro no logró cubrir la pérdida del 4.4% del S&P 500, ya que terminó el año con una baja del 1.6%. De hecho, los precios del oro aumentaron en menos de la mitad de los días que los precios de las acciones.”

En esto no coincidios, pues pensamos que acumular oro periódicamente sigue siendo una MUY sólida estrategia de medio y largo plazo, que permite diversificar inteligentemente más allá del dólar.

Goldman Sachs reconoce que no todo son malas noticias para el rey de los metales. “Dado el fuerte final del oro el año pasado, es posible que el impulso pueda llevar los precios más altos en 2019, especialmente debido a que el posicionamiento especulativo no está demasiado extendido.”

Como vemos, en suma hay tres mensajes clave.

El primero es que los activos en Estados Unidos seguirán dando beneficios y recomienda a los inversionistas quedarse hasta ver señales muy evidentes de recesión. El segundo es que las economías emergentes lo pasarán mal este año y las que tienen gobiernos populistas son más vulnerables. Y, por último, es una gran opción acumular oro, si bien era de esperarse -como la mayoría de los bancos privados y centrales- que no le gustara a Goldman Sachs.




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