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Las 3 Lecciones del Mercado de este verano

Carlos Montero - Miercoles, 27 de Agosto

A medida que el verano llega a su fin, me gustaría probar algo inusual, si me lo permiten. Vamos a recapitular las tres grandes lecciones que hemos aprendido de los mercados financieros en los últimos dos meses (vía Mohamed El-Erian) y después sacaremos las conclusiones más relevantes.

1. Los mercados de acciones han sido extremadamente resistentes: Durante este verano, los mercados han estado expuestos a shocks inesperados una y otra vez, algo que en otras ocasiones habrían provocado caídas de precios notables y prolongados. Los mercados se las han apañado para evitar el daño proveniente desde los riesgos geopolíticos, incluidos los que podrían llevar a Europa a la recesión, a la debilidad económica mundial que afecta a los países avanzados y emergentes.

Los inversores parecen haber encontrado la tranquilidad por dos factores. En primer lugar, el firme apoyo de los bancos centrales que están reforzando a los mercados financieros para alcanzar sus objetivos económicos; y hacerlo a pesar del creciente riesgo de una futura inestabilidad financiera. En segundo lugar, el impacto beneficioso de las grandes entradas de fondos, no sólo de los inversores individuales que están infraponderados en acciones, sino, sobre todo, de las empresas que ponen su enorme liquidez inactiva a trabajar a través de mayores dividendos, recompras de acciones y adquisiciones.


2. Correlaciones cambiantes: Las correlaciones inusuales y cambiantes abrumaron las relaciones históricas que todavía sustentan la mayoría de los modelos de asignación de activos. A veces, durante este verano, todos los mercados se movieron juntos, y los inversores alardeaban de la capacidad de los bancos centrales, inyectando liquidez, para impulsar a todos los activos financieros. En otras ocasiones, la renta variable se desacopló haciéndolo muy bien cuando otras clases de activos experimentaban algunos episodios de estrés. Y la volatilidad en casi todos los mercados se mantuvo baja y con un buen comportamiento.


3. Las señales del banco central: Durante este verano, a veces las señales procedentes de los bancos centrales fueron una reminiscencia de una de las líneas más repetidas en "Gravity", la exitosa película sobre el espacio exterior: "Houston a ciegas," una frase utilizada por los astronautas estadounidenses cuando no reciben respuestas a sus transmisiones de radio. Sin embargo, los mercados se comportaron como si los bancos centrales tuvieran todas las respuestas necesarias.


Un verano más, el crecimiento económico y la inflación no alcanzaron las proyecciones de los bancos centrales, tanto en Estados Unidos como en Europa. Al mismo tiempo, las autoridades reconocieron las dificultades a las que se enfrentan para medir los conceptos que son fundamentales para la evaluación de las políticas actuales y futuras, tales como la debilidad que subyace en el mercado laboral. Estas deficiencias han comenzado a reflejarse en una mayor divergencia política entre los bancos centrales y, también, entre los responsables políticos dentro de los bancos individuales (incluyendo la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra).




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