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Los usos y abusos de las empresas fantasma

Redacción - Lunes, 25 de Julio

En los últimos días se ha estado investigando la ingeniería financiera que grandes empresas como Google, Facebook o Amazon han empleado con el fin de minimizar la presión fiscal. Uno de los instrumentos utilizados es el de empresas fantasma. Pero ¿son legales? Foster Swiss, consultoría financiera internacional, ofrece la respuesta

Las empresas fantasma son entidades completamente legales que no poseen ningún tipo de activo real ni tampoco ejecutan operaciones comerciales. Funcionan básicamente como instrumentos para realizar transacciones para las grandes empresas aunque también existen otros motivos. Generalmente se usan para obtener financiación, mantener el control de un conglomerado de empresas y disminuir la presión fiscal a la que se ven sometidas algunas de ellas. De la misma manera, esta herramienta del derecho internacional puede ser utilizada con fines ilegales como blanqueo de capitales.

A las empresas fantasma se las denomina de esta forma porque no se dedican precisamente a realizar operaciones comerciales, lo que significa que no aparecerán en ningún índice de las Bolsas de Valores para que los inversores puedan comprar y vender acciones. Por ejemplo se puede constituir bajo la forma jurídica LLC o SL (la forma más común a nivel global) siempre que no tenga asociada ningún tipo de propiedad física.

Como se ha apuntado anteriormente la mayoría de las empresas fantasma sirven para propósitos legales, tales como albergar activos intangibles como acciones de otra entidad comercial o para facilitar las transacciones nacionales e internacionales de divisas y activos. Sin embargo, en algunas jurisdicciones muchas empresas de baja capitalización son confundidas con empresas fantasma ya que disponen de recursos limitados y con frecuencia el volúmen de negocio es inferior a la media.

De todas formas, las empresas fantasma se las denomina también empresas pantalla debido a la privacidad que ofrecen, la confidencialidad en las operaciones comerciales que realizan y la salvaguardia de la identidad de sus directivos de las miradas indiscretas.

Un ejemplo de uso legal de este tipo de sociedades lo constituye cuando una compañía interactúa financieramente con otra. Sin embargo, si la Empresa A no quiere estar asociada con la Empresa B porque tiene una mala reputación (por ejemplo) crean una empresa fantasma que actúe de intermediaria a través de la cuál se pueda disimular la transacción.

Es un arma de doble filo ya que en ocasiones se pueden utilizar para actividades ilegales ya que tienen la capacidad de ocultar la verdadera propiedad de un activo unido a la falta de transparencia de las transacciones financieras es lógico pensar que los individuos y las empresas abusen de los beneficios que les pueden reportar estas figuras jurídicas. El principal abuso que cometen este tipo de empresas es el lavado de dinero. Cuando se obtiene dinero de manera ilegal es necesario el uso de estos instrumentos intermedios para evitar que el origen de los fondos sea descubierto.




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