La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Miren esta referencia con atención, porque de ella podría depender la evolución de los mercados

Carlos Montero - Martes, 14 de Febrero

Hay un hecho que está llamando mucho la atención en los mercados y que me gustaría comentar en estas páginas. Los últimos datos publicados muestran que los inversores de todo el mundo están vendiendo los bonos del Tesoro de EE.UU. al mayor ritmo en la historia. Esto es muy sorprendente si tenemos en cuenta que por diferenciales de tipos y por perspectivas económicas, los activos USA deberían ser ahora especialmente atractivos.

El caso más relevante es el de Japón, el mayor tenedor de bonos del Tesoro de EE.UU. que en diciembre vendieron la mayor cantidad de bonos USA en los últimos cuatro años. Como señala Brian Chappata en Bloomberg, desde Beijing a Londres, el consenso es claro: Pocos inversores extranjeros quieren comprar activos del Tesoro de EE.UU. en estos momentos. 

Ya sea por la perspectiva de mayores déficits y mayor inflación bajo el presidente Donald Trump, o por los tipos más altos de la Reserva Federal de EE.UU., el mercado de deuda más seguro del mundo parece ahora menos seguro.

Kenta Inoue, estratega jefe de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities, señala: “Puede ser más difícil de lo normal para los japoneses invertir en bonos del Tesoro de EE.UU. y en el dólar este año debido a la incertidumbre política. Los rendimientos del Tesoro podrían  subir rápidamente nuevamente en el futuro cercano, lo que continuará desalentando las compras”.

Los inversores extranjeros mantienen 5,94 billones de dólares en bonos USA, aproximadamente el 43% del mercado de deuda del gobierno de los Estados Unidos. Una caída significativa de los precios de los bonos de EE.UU. puede perjudicar a los principales tenedores como Japón y China tanto como a EE.UU.

¿Pero por qué es importante que los inversores internacionales sigan comprando deuda estadounidense? Básicamente es porque si los inversores extranjeros deciden reducir su ritmo de compra, EE.UU. tendría muchas más dificultades para financiarse a bajo costo, y esto repercutiría en los déficits presupuestarios, y en los ambiciosos programas fiscales y económicos de la administración Trump. El efecto directo en las bolsas sería claramente bajista, y podríamos entrar en una espiral decreciente que afectara tanto a la economía financiera como a la real.

En resumen, manténgase muy atentos a los datos de compras extranjeras en bonos USA porque podría depender de ello la evolución de los mercados en el medio/largo plazo. De todos los mercados.




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