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Oleada de ventas en los valores tecnológicos - Volatilidad en el sentimiento inversor pero no en los fundamentales

Hyun Ho Sohn, gestor del FF Global Technology Fund, Fidelity - Sabado, 15 de Enero

Tras las abultadas caídas de los valores tecnológicos de alto crecimiento, el gestor del FF Global Technology Fund, Hyun Ho Sohn, repasa la evolución reciente del mercado y el posicionamiento del fondo de cara al nuevo año. Sigue confiando en que el sector mantendrá su fortaleza gracias al sólido apoyo que le brinda su elevado poder de fijación de precios y la naturaleza cada vez más esencial de la tecnología para los consumidores, las empresas y las administraciones públicas. Algunas áreas siguen estando caras, pero muchas empresas de este sector presentan valoraciones razonables. Debido a su énfasis en la valoración, Hyun Ho no tiene intención de invertir en las áreas del mercado de alto crecimiento y menor rentabilidad empresarial que han protagonizado este desplome.


¿Está llegando a su fin el liderazgo de la tecnología? 


La debacle reciente de los valores tecnológicos de alto crecimiento y la rotación desde el crecimiento hacia la infravaloración han hecho que algunos inversores se pregunten de nuevo si ha llegado a su fin el mercado alcista plurianual del sector tecnológico. Algunos se acuerdan de la década de 1990 y el posterior hundimiento de las acciones del sector tecnológico en 2000. Las valoraciones de algunas áreas del mercado están forzadas y durante los últimos meses han aparecido señales de excesos especulativos en forma de altos niveles de participación de los inversores minoristas, negociación de opciones y flujos de capital riesgo hacia las empresas tecnológicas de reciente creación. 


Sin embargo, creo que la situación es totalmente diferente a la que se observaba a finales de la década de 1990 y el año 2000. Hoy en día, la dinámica bursátil obedece a los fundamentales empresariales y a una demanda real. En los años 2000, hubo gran cantidad de valores tecnológicos que se movían en torno a una idea, pero que no eran rentables. Se construyeron infraestructuras de telecomunicaciones para sostener esas ideas, pero muchas de ellas no fructificaron, lo que trajo consigo un exceso de oferta de estas infraestructuras cuando la burbuja explotó y la demanda se evaporó. 


Actualmente, la demanda de soluciones y productos tecnológicos para los consumidores, las empresas y las administraciones públicas es real y sigue siendo superior a la oferta. Además, la pandemia reciente puso de relieve la enorme importancia de las TI para nuestra vida personal y laboral. Podríamos ver ciertos retrocesos en los mercados de equipos tras el COVID (las personas podrían optar por gastar en experiencias como el ocio y los viajes, en lugar de dispositivos), pero, en general, todos dependemos cada vez más de la tecnología. Así pues, los avances de las cotizaciones se deben al crecimiento de los beneficios, que son mucho más recurrentes y se asemejan más a los de las empresas de artículos de primera necesidad de lo que muchas personas creen. 


Mi proceso de inversión sigue estando centrado en identificar empresas con mercados finales pujantes, fundamentales sólidos y valoraciones razonables. No tengo en cartera los valores de alto crecimiento que no generan beneficios y se han llevado la peor parte de las caídas recientes. 


Confianza empresarial 


Las reuniones de nuestro reciente Technology Symposium, celebrado a finales de 2021 con la asistencia de destacadas empresas tecnológicas, demostraron de nuevo que las empresas ven el futuro con optimismo. Los beneficios mantienen un buen grado de visibilidad y el poder de fijación de precios es elevado gracias a la fortaleza de la demanda final. Este punto es especialmente importante en el contexto de un entorno más inflacionista.

A algunos les preocupa que los valores tecnológicos vayan a comportarse peor que las áreas cíclicas/infravaloradas en un entorno más inflacionista y con tipos de interés al alza, pero la fortaleza del poder de fijación de precios de muchas empresas sugiere que estas preocupaciones se han exagerado. En general, las empresas tecnológicas tienen margen para repercutir el aumento de los costes de producción a los clientes sin perjudicar la demanda de forma apreciable.

Nuestra segunda ronda de reuniones centradas en el software puso de relieve que las iniciativas de digitalización están recibiendo impulso en los diferentes sectores. Muchos proyectos tecnológicos, especialmente los dirigidos a las áreas "administrativas", como la contabilidad y las finanzas, se retrasaron a causa de la pandemia pero ahora se les está considerando prioritarios. Nuestras reuniones en torno al software también nos confrontaron con la fortaleza de la demanda empresarial de soluciones tecnológicas que contribuyen a la iniciativas de sostenibilidad.

Autodesk y Aveva mencionaron el elevado interés de los clientes en los programas informáticos que ayudar con la dimensión ESG; Autodesk citó el ejemplo de los gestores de proyectos de construcción y los propietarios de edificios que desean obtener información de conjunto sobre las emisiones de carbono y la huella ambiental. Aveva se especializa en proveedores de energía, que también están interesados en cómo las soluciones tecnológicas pueden mejorar su conocimiento sobre los indicadores medioambientales y su capacidad para controlar los costes de producción y las cadenas de suministro.

El refuerzo de la normativa medioambiental también es positivo para estos negocios, ya que las empresas tendrán que gastar más en TI para vigilar aspectos como las emisiones. 
 

Valoraciones 


En conjunto, el mercado de la tecnología no parece excesivamente caro, ni desde una óptica relativa ni histórica. Esta situación es aún más clara después de la última corrección. No obstante, existen áreas del mercado que es incuestionable que están caras. Hemos visto unos flujos de inversión muy elevados en start-ups de nuevas tecnologías en áreas como los vehículos eléctricos, la inteligencia artificial y, en general, el software. Algunas triunfarán, pero la mayoría no cuajará; además, el endurecimiento de las condiciones monetarias debería traducirse en una menor actividad de salidas a bolsa. 

El endurecimiento monetario podría traer consigo más movimientos de concentración en el sector y ser positivo para los operadores dominantes con amplios recursos. Las empresas consolidadas también están impulsando la innovación, sobre todo los gigantes cotizados, que siguen aprovechando sus posiciones dominantes y su generación de tesorería para crear nuevas fuentes de ingresos e invertir en nuevos proyectos. En mi opinión, eso ha dado lugar a una efervescencia excesiva, un factor que explica en parte que Apple haya alcanzado los 3 billones de dólares de capitalización bursátil, su máximo de los últimos tres años. Los inversores son sensibles a las buenas historias, como lo han sido siempre, pero, en conjunto, sigo siendo optimista y sobrepondero la mayor parte de las grandes cotizadas en todo el mundo debido a su fortaleza a largo plazo, sumada a unas valoraciones razonables. 

Las valoraciones y el sentimiento hacia las acciones chinas sufrieron el año pasado por la ofensiva normativa y antimonopolio de las autoridades chinas. Tendremos más certidumbres en relación con la postura de los reguladores chinos tras el XX Congreso del Partido, que se celebrará en octubre, pero su planteamiento parece menos específico ya y habrá menos sobresaltos regulatorios para las empresas chinas. Que un gran factor negativo no lo sea tanto puede ser positivo para las valoraciones y estoy buscando oportunidades en China tras la estabilización del riesgo normativo y a la vista de las valoraciones atractivas de muchas empresas, cuyos múltiplos también se vieron perjudicados en cierta medida por las consecuencias de los problemas del mercado inmobiliario. 


Posicionamiento en temáticas y perspectivas 


Me he estado centrando más en las empresas tecnológicas que atienden a los sectores de la "vieja economía", como la industria y la energía. La automatización va a seguir siendo una prioridad para estas empresas y mantengo mi visión optimista sobre muchos negocios de semiconductores expuestos a esta temática y a cosas como la mayor adopción de los vehículos eléctricos y el despliegue de las infraestructuras de comunicación.

La instalación de más redes de fibra y las inversiones públicas en banda ancha para reducir la denominada "brecha digital" crean un entorno favorable para muchas empresas de equipos para comunicaciones. Creo que lo peor podría haber pasado en lo que respecta a los problemas de las cadenas de suministro, provocados en gran parte por la pandemia y los confinamientos. Las presiones deberían remitir, aunque lo harán de forma gradual a lo largo de los próximos meses.

En el área del software, en general sigo encontrando modelos de negocio sólidos, por lo que estoy buscando oportunidades. Persisten las valoraciones excesivas en algunas áreas del mercado, pero no invierto en ellas.

Mi énfasis en la valoración ha sido constantes a lo largo del tiempo y eso significa que los inversores del fondo han evitado algunas de las áreas más especulativas del mercado, donde los fundamentales son más endebles. En conjunto, a pesar del arranque volátil del año, sigo siendo optimista sobre las perspectivas del fondo. 




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