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Poniendo en duda la validez del análisis técnico

Carlos Montero - Miercoles, 01 de Octubre

Quizás este artículo no guste demasiado a los analistas técnicos. Este tipo de análisis tiene un papel muy importante entre los inversores a la hora de tomar decisiones operativas, en parte porque es relativamente sencillo de aprender y en parte porque se le presupone un valor predictivo mayor al de otros métodos. Esto último es lo que pondré ahora en duda.

Jiali Fang, Yafeng Qin y Ben Jacobsen, publicaron en junio de 2014 un interesante estudio llamado “Indicadores técnicos de mercado: Una visión general”. En él examinaron 93 indicadores aplicados a una base global de datos financieros. El estudio es muy amplio. El muestreo más largo fue de casi 200 años, y la muestra promedio fue de 54 años.

Estas son las conclusiones que a juicio del analista Larry Swedroe son las más interesantes del estudio:

- La predictibilidad del análisis técnico puede cambiar con el tiempo. Por ejemplo, los autores encontraron que las estrategias operativas basadas en este tipo de análisis lo hicieron mejor que el conjunto del mercado en el periodo transcurrido entre 1897 y 1986. Sin embargo, también demostraron que esta predictibilidad desaparece en los 25 años comprendidos entre 1987 y 2012.

- Aun en un conservador 10% de nivel de significancia estadística, el estudio demostró que únicamente el 10% de los indicadores técnicos mostraba capacidad para predecir los retornos.

- Para agravar el problema, algunos de los indicadores exhibían cambios en su predictibilidad en diferentes sub-muestras.

- Una vez que ellos descontaron el coste del riesgo y de transacción, los autores descubrieron que ninguna de las estrategias técnicas superaba a la estrategia de comprar y esperar.

Los autores del estudio concluyeron que no hay evidencia alguna de que los indicadores técnicos muestren previsibilidad de los rendimientos futuros de las acciones. “Esta conclusión es consistente incluso si permitimos que la previsibilidad dependa del estado de los ciclos económicos, o de lo estados de sentimiento”.

Uno de los problemas de los indicadores técnicos, añade Swedroe, es que una vez que la investigación pública muestra que un indicador de mercado funciona, el valor de la señal se deteriora rápidamente para desaparecer con el tiempo.

Esto es algo que llevo discutiendo muchos años con mis amigos “los técnicos”. Antes el análisis técnico funcionaba mucho mejor, cuando debíamos hacer los gráficos en papel milimetrado. Una vez que el análisis técnico se extendió, las señales técnicas perdieron gran parte de su valor. Los propios bancos de inversión provocaban de forma artificial las rupturas de resistencias para poder vender grandes paquetes de acciones sin dañar el precio. Yo lo he hecho muchas veces. Habitualmente eran rupturas falsas por este motivo, y los inversores cada vez desconfiaban más de este tipo de señales perdiendo su eficacia.

El valor del análisis técnico es fundamentalmente reflejar las intenciones del gran conjunto de inversores en un gráfico, e intentar predecir si las posiciones fuertes están al alza o a la baja. Cuando esos gráficos son por todos conocidos, son propensos a manipulaciones y por tanto a la pérdida de efectividad.

Como los autores del estudio anterior defienden, el análisis técnico ha dejado de tener valor operativo, y una simple y poco glamurosa estrategia de comprar y mantener es generalmente más rentable.




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