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¿Qué es esto de la represión financiera?

José Luis Martínez Campuzano - Sabado, 25 de Mayo

La rentabilidad del bund 10 años alcanzó el diferencial más bajo desde hace tres años frente a la referencia equivalente japonesa. Claro que hablamos de una rentabilidad negativa de 0,09 % para el benchmark de la eurozona. No se trata de una excepción: en estos momentos se estima que más del 20 % de la deuda mundial tiene rentabilidades negativas. Y el 80% es deuda pública. El Tesoro español vendió la semana pasada letras a 3 y 9 meses con tipos de interés medios negativos de 0,49 % y 0,376 % respectivamente. Esta semana hay prevista una nueva subasta de deuda a diferentes plazos, cuando el secundario a cinco años también presenta un tipo negativo de 0,08 %. Lo primero que viene a la cabeza al valorar todo esto es la “represión financiera”. El origen de este término es de los años 80 en plena crisis de deuda de países emergentes. Se aludía a un conjunto de políticas encaminadas a facilitar el pago y los ajustes de la deuda acumulada, transfiriendo riqueza y capacidad de pago desde los ahorradores a los deudores. El escenario actual es mucho más complejo.

Los bancos centrales tomaron todas las medidas posibles, tradicionales y otras que nunca se habían aplicado en el pasado como la intervención en los mercados comprando deuda o los tipos de interés en negativo, para luchar contra la mayor crisis financiera internacional de nuestra historia reciente. Superada la crisis, las condiciones financieras siguieron siendo muy favorables ante la debilidad de fondo de la recuperación económica y la persistencia de una inflación baja. El deterioro reciente de las expectativas económicas ante un cúmulo de factores entre los que destacan la propia madurez de la fase expansiva del ciclo económico y el temor a la guerra comercial, han llevado a los bancos centrales a enfatizar el forward guidance de tipos de interés bajos en el futuro.

La argumentación teórica de los bancos centrales alude a la baja sensibilidad de la inflación a la mejora del mercado de trabajo, tipos de interés neutrales bajos a medio y largo plazo por factores estructurales como la baja productividad y el envejecimiento y el deterioro de las expectativas de los agentes económicos, quizás producto de todo lo anterior, sobre la evolución futura de la inflación.

La curva de tipos de interés del Euro asigna una probabilidad del 30 % a un recorte de los tipos de interés oficiales a final de año.

En un contexto de exceso de liquidez, tipos de interés oficiales nulos o negativos presionan a la baja las rentabilidades de los activos considerados más seguros como la deuda pública. El debate académico se centra ahora en valorar hasta qué punto una curva plana o invertida de tipos de interés, en niveles reales negativos, puede deteriorar las expectativas de los agentes económicos bajo una profecía autocumplida.




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