La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“REPSOL o cómo la Bolsa se ha pasado dos pueblos. La multinacional sabe hacer los deberes…”

Mar Revuelta - Lunes, 05 de Octubre

"En un mercado ilíquido, aunque las cifras de contratación globales parecen sugerir lo contrario, los hedge funds y el préstamos de valores constituyen verdaderas armas de destrucción masiva, que tanto pronto destrozan las cotizaciones como las encumbran, sin que se hayan producido situaciones relevantes en ese proceso. El caso de Repsol ocupa la lista de prioridades, en materia de análisis y seguimiento, de los grandes CEOS de otras tantas gestoras. He hablado con ellos en las últimas semanas y hay coincidencia en que la Bolsa, alarmada por los mariachis de determinados analistas, se ha pasado dos pueblos en la valoración de las acciones de la multinacional Repsol, que muy bien podrían haber pasado lo peor, con supresión dividendo influída (pura hipótesis tremendista). El mercado, las máquinas de los hedge funds, que son el nuevo caballo de Atila de los mercados, no proyectan el futuro ni reconocen grandes logros del pasado. Y es, precisamente, entre dos aguas lo que hay que analizar en el caso de Repsol", me dice Mark O’Neil, experto de la City londinense, que continúa:

"Si, dos aguas. La pasada, en la que vimos cómo fue la primera del Ibex hace años en comenzar con la política de adelgazamiento de deuda y recorte de dividendo (posteriormente recuperado) y la futura: gran capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias con toma de decisiones ágiles, inmediatas. Este futuro que llega es, precisamente, el que ha animado en las últimas sesiones de la semana pasada a tomar posiciones en el valor por parte de fondos relevantes e instituciones, que operan a medio y largo plazo..."

 

Y, mientras, siguen los discursos y las valoraciones. Reuters publicaba el sábado que el balance de Repsol parece bajo presión. La reciente compra de Talisman por 13.000 millones de dólares ha cargado a la petrolera española con deuda en un momento de desplome en los precios del petróleo. La deuda neta de 14.700 millones de dólares casi a los 16.900 millones de dólares de su capitalización bursátil.

La buena noticia es que ya ha sobrepasado el objetivo de venta de activos de 1.000 millones de dólares y con jugosas plusvalías. La mala, que sigue sin convencer a los accionistas de que su balance es confortablemente robusto.

La compra de Talisman no se hizo en el mejor momento. Repsol acordó la adquisición de la petrolera canadiense en diciembre del año pasado, cuando las expectativas para los precios futuros del petróleo eran mejores. El acuerdo ayudó a impulsar la producción de Repsol y a diversificar geográficamente sus negocios, alejando a la española de zonas de riesgo como Libia.

Sin embargo, el desembolso realizado por Talisman supuso una subida del ratio deuda neta/capital empleado al 30 por ciento, el mayor de su sector, según cálculos de Goldman Sachs.

De acuerdo con analistas del Santander, el flujo de caja operativo sólo cubrirá el dividendo y la inversión este año y el que viene si el precio del barril de petróleo es de 80 dólares.

En consecuencia, las acciones de Repsol han caído casi el 40 por ciento desde que la adquisición se cerró a principios de mayo, frente al 15 por ciento de media que ha bajado la cotización de la francesa Total o la de la italiana Eni.

No es que Repsol se esté quedando de brazos cruzados como demuestran los anuncios de ventas de activos. Su potente división de refino y marketing le concede un colchón, aunque podría no durar. Y se ha comprometido a mantener el capex respecto a 2014 incluso con Talisman. Además, elevó el objetivo de sinergias cuando presentó los resultados del segundo trimestre en julio. Por otra parte, gran parte de su dividendo lo paga en acciones, con lo que conserva caja.

El mayor desafío de Repsol es demostrar que puede sobrevivir con precios por barril de 50-60 dólares. La rentabilidad sobre el capital empleado (ROE) es de un mísero 4,1 por ciento. Cuando Repsol presente su nueva estrategia el 15 de octubre, los inversores esperarán un plan de juego coherente que incluya cómo puede reducir el capex y los gastos.

Analistas de Jefferies piensan que la petrolera tendrá que vender otros 1.000 millones de dólares en activos para llevar el ratio deuda neta/EBITDA por debajo de las dos veces en 2007.

Si no hay más remedio, Repsol podría vender su 30 por ciento en Gas Natural, participación valorada en unos 5.900 millones de dólares y una póliza de seguro muy útil si el precio del crudo sigue bajo durante mucho más tiempo.




[Volver]