La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Si buscas una excusa para entrar en pánico, mira a Shanghai no a Atenas

Carlos Montero - Viernes, 03 de Julio

Hay un tiempo para la calma, el comportamiento racional... y un tiempo para el pánico. En los últimos dos días, los inversores han decidido no entrar en pánico. La oleada de ventas de principios de la semana se ha detenido. Pero, ¿qué pasará a partir de ahora? ¿Hemos visto el techo del mercado?

“En Grecia, los ciudadanos griegos están mirando hacia el Bitcoin para proteger sus ahorros”, dice Bill Bonner de Bonner and Partners. “El Gobierno griego decidió esta semana no pagar un préstamo de 1.500 millones de euros al FMI e imponer un corralito bancario.

Como hemos venido señalando, tener dinero en el banco no es lo mismo que tener dinero en la mano. Lo primero es simplemente dar un préstamo a una institución que podría entrar en quiebra. Podría no tener nada. Lo segundo es efectivo - listo para su uso.

Los ancianos han sufrido con especial dureza. Muchos de ellos no tienen dinero... y no tienen ninguna manera de conseguirlo. Y los que tienen dinero en las acciones griegas no están mucho mejor. La Bolsa de Atenas llegó a su máximo en el año 2007. Desde entonces ha caído un 95%.

Y el rendimiento de los bonos griegos a 2 años tiene una rara distinción: está compitiendo cabeza a cabeza con las tasas de desempleo de Grecia. Ambos están cerca del 26%.

Pero dejemos la tierra de Aristóteles y Pericles... y pasear a la tierra de Confucio.
 

Una Enorme Burbuja de deuda

Si buscamos una excusa para entrar en pánico, miraríamos a Shanghai, no a Atenas.

La crisis griega es poca cosa. Un crash en el mercado de valores chino, posiblemente seguida de una depresión, es todo lo que se necesita para un desastre financiero.

Instamos a los lectores a que tengan cuidado. No nos extrañaría que los bancos centrales de China y/o Estados Unidos expriman aún más sus políticas monetarias si la situación se pone realmente desesperada.

Pero, ¿qué se puede esperar después de que las autoridades monetarias de las dos superpotencias cumplan sus fantasías para implementar sus masivas inyecciones de liquidez? Dos enormes burbujas de deuda.

La burbuja de Estados Unidos es una mezcla volátil de deuda de los consumidores, de empresas, y de deuda pública.

Las empresas deben alrededor de la mitad de la deuda de China. Y las empresas de propiedad estatal y las empresas inmobiliarias deben la mayor parte de esa cantidad. Los bancos prestaron ingentes cantidades de dinero para crear mega fábricas, oficinas, centros comerciales y enormes complejos de viviendas.

Ahora, la deuda total en China - incluyendo al gobierno, y la deuda de las familias y empresas - alcanza un 280% del PIB. Esa cantidad todavía no alcanza el 331% total de la deuda con respecto al PIB en los EE.UU. Pero es mucho más alta que en otros mercados en desarrollo.


¿Qué pasará después?

No lo sabemos, pero Japón ofrece un ejemplo instructivo. El Nikkei alcanzó su punto máximo en 1989. Veintiséis años después, tan sólo ha recuperado la mitad de esas pérdidas!

Pero los inversores chinos no parecen estar aprendiendo la lección. Este año, elevaron al Shanghai y al Shenzhen a niveles vistos por última vez en Japón en 1989... o las acciones de Estados Unidos en 1999.

Atraídos por la avaricia, los inversores novatos abrieron cuentas de corretaje a un ritmo récord, invirtiendo sus ahorros. Luego pidieron prestado más dinero para poder invertir más.

Pero hay más señales preocupantes. Los insiders han estado vendiendo a un ritmo récord. Uno de los vendedores fue Li Hejun, el presidente de Hanergy Thin Film Power Group. Li se puso corto en acciones de su propia empresa.”

 

Fuentes: Bill Bonner, Bonner and Partners




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