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¿Están las personas más inteligentes más estresadas?

Carlos Montero - Martes, 23 de Diciembre

Suelo repetir con asiduidad que los inversores necesitan estar siempre preocupados, y que cuándo no tienen un motivo para ello se inquietan con la sensación de que algo se les está escapando. Ese nerviosismo innato del mercado es una forma de estar alerta y preparado para reaccionar ante cualquier imprevisto, lo cual es positivo, pero también genera mucho estrés que hay que saber gestionar.

Lo que nunca había pensado antes es que esa preocupación innata de los inversores financieros puede ser una muestra de su inteligencia verbal. Esto es lo que podría traducirse de los estudios realizados por el equipo liderado por el psicólogo Alexander Penney. Los autores realizaron un gran número de cuestionarios a estudiantes de psicología con el propósito de medir tanto su inteligencia como la forma en que encaraban los sucesos más estresantes de sus vidas.

Después de analizar los resultados, Penney y su equipo detectaron una importante correlación entre la inteligencia verbal y los niveles de preocupación. Por otro lado, este equipo encontró una asociación interesante en la otra dirección: Aquellos que contestaron que con mayor frecuencia reproducían eventos del pasado estaban clasificados en los puestos más bajos de la inteligencia no verbal.

La correlación no implica causalidad, afirma la especialista de comportamiento Melissa Dahl, pero no es el primer estudio que ha encontrado estas relaciones entre ansiedad e inteligencia.  Penney y sus colegas han mostrado la siguiente explicación a esta correlación:

Es posible que las personas de mayor inteligencia verbal sean capaces de considerar los acontecimientos pasados y futuros con  mayor detalle, lo que intensifica la ansiedad y la preocupación por esos hechos. Por otro lado, las personas con inteligencia no verbal más alta pueden ser más fuertes en el procesamiento de las señales no verbales de los individuos con los que interactúan en el momento, lo que lleva a una disminución de la necesidad de volver a procesar el pasado.

En otras palabras, señala Dahl, la inteligencia verbal es atormentada por los detalles de su memoria, mientras que los mejores para interpretar las señales no verbales son capaces de recoger más información en el momento y por lo tanto menor necesidad de volver a hacer valoraciones mentales posteriormente que generen estrés y ansiedad.

En el mundo de las finanzas, a menos desde mi experiencia, confluyen individuos de ambas categorías, elevada inteligencia verbal y no verbal. Es posible que aquellos que sean capaces de interpretar las señales de mercado de forma inmediata y resolutiva no necesiten realizar valoraciones mentales a priori para estar preparado para los futuros acontecimientos. Según el estudio mencionado, serán inversores con menor nivel de estrés, y como ya hemos demostrado en otras ocasiones, más exitosos.




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