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Soy pesimista con el mercado de valores en la próxima década

Carlos Montero - Martes, 04 de Agosto

Los inversores de largo plazo en los mercados de valores deben tener algo claro: La rentabilidad promedio de las bolsas desarrolladas para los próximos años será sensiblemente inferior que la de las últimas décadas.

Hay muchos factores estructurales que motivarán este hecho: Demografía desfavorable, mayor tasa de paro estructural, menor consumo minorista, menores márgenes de beneficios.

Sobre las primeras causas ya hemos hablado en estas páginas en alguna ocasión. Hoy acometeremos el análisis de porque se esperan menores márgenes operativos en los próximos ejercicios, y como eso provocará una reducción del rendimiento esperado en la renta variable.

El famoso gestor Jeremy Grantham recientemente afirmó que los márgenes de beneficio caerán en breve. Él se refiere a los de EE.UU., pero su razonamiento puede extenderse también a la mayoría de los países europeos.

Mark Hulbert añade que si los márgenes operativos no se amplían, el crecimiento de los beneficios empresariales deberá sostenerse en un incremento de las ventas, y éste está condicionado a la evolución económica, y ahí reside el problema, porque el crecimiento esperado del PIB de las principales económicas será muy moderado en los próximos años. Se hace difícil ver, añade Hulbert, como el mercado de valores puede producir una tasa de crecimiento ajustado a la inflación superior al 4% anual en la próxima década. Hulbert hace los siguientes cálculos para apoyar la afirmación anterior:

Utiliza las previsiones de la Oficina Presupuestaria del Congreso de los EE.UU. que cree que el PIB crecerá un 2,4% por encima de la inflación en los próximos 10 años. Estas proyecciones suelen tender al optimismo.

Los estudios de Robert Arnott muestran que el crecimiento del PIB se suele trasladar al crecimiento de las ventas corporativas pero con una reducción del 0,9%. Es decir, para la próxima década habría que esperar un crecimiento de los ingresos empresariales del 1,5% anual.

Si a ese 1,5% se le suma una rentabilidad por dividendo del 2%, se obtendría un crecimiento proyectado para el mercado de valores del 3,5% anualizado. Esto es más o menos la mitad de la tasa de crecimiento de largo plazo de la renta variable.

La única forma de que las bolsas incrementen esta rentabilidad esperada es aumentando los márgenes operativos, pero esto es difícil. Las tres razones principales por las que los márgenes se expandieron en la última década fueron: La caída de los tipos de interés, impuestos corporativos más bajos, y una participación menor de los salarios en el PIB.

Los tipos de interés subirán en los próximos años, no bajarán. Dado el pésimo estado de las financias estadounidenses, no es probable que se bajen los impuestos corporativos, en todo caso se subirán. Y parece poco probable que se mantenga la disminución de la participación de los salarios en el PIB.

Todo ello provoca que el escenario más probable es que los márgenes corporativos no solo no se mantengan, sino que bajen. En un escenario de pobres crecimientos de ventas, unos márgenes a la baja podrían provocar un crecimiento muy bajo de los beneficios, o incluso caída de los mismos. Esto casa muy mal con unos ratios de los índices bursátiles claramente sobrevalorados, y una bolsa (EE.UU.) en máximos históricos.

Soy pesimista con el mercado de valores en la próxima década. Sobre todo en la de EE.UU., pero también en otras como la del Reino Unido, la de Francia, y la mayoría de las centroeuropeas. Las periféricas, incluida la española, tienen mayor potencial de mejora.




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