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“Un líder debe pagar por serlo”, Alemania debe pagar por ser líder en Europa

José Luis Martínez Campuzano - Martes, 25 de Noviembre

Me comentaba un buen amigo en una reciente reunión que el Problema (de muchos existentes...esto último lo añado yo) de la zona EUR era la falta de liderazgo alemán. Y lo remataba de forma evidente: un líder debe pagar por serlo. Al escuchar lo anterior inmediatamente pensé en las numerosas ocasiones que tanto la Canciller alemana como su ministro de economía han repetido que la EMU no es una Unión de transferencias. El miércoles en un importante periodico económico nacional un conocido catedrático alemán lo reiteraba con el ejemplo norteamericano: los ayuntamientos y los estados pagan sus deudas, cuando los pocos ejemplos en sentido contrario (mutualización del riesgo) han dado resultados inesperados y negativos. Esto escribía. También recordé durante la conversación con mi colega como durante los momentos más álgidos de la Crisis se propusieron, siempre desde una perspectiva teórica, diferentes salidas que pasaban bien por integrar más (también en términos de deuda) a los países mejor situados desde una perspectiva económica y financiera o integrar sólo una parte de la deuda (hasta un 60 % del resto) y manejar las finanzas nacionales para ir reduciendo el resto.

Me refiero claro a la emisión de Eurobonos, una palabra tabú en muchos países pero que resurge en momentos de tensión. No se inquieten: mientras el ECB tenga margen adicional de actuación (y espero que lo acabe utilizando) pocos serán los que se agarren a los eurobonos como tabla de salvación de la Crisis. Y es que es el propio ECB a través de su balance el que mutualiza en cierta forma el riesgo en el área. ¿Qué es más bien una expectativa que una realidad? Bueno, los mercados viven de esperar el futuro. Pero es cierto que yo también creo que en algún momento, espero que no muy lejano, el ECB materialice estas expectativas. O al menos una parte de ellas.

Al final, parece que es una cuestión de dinero. Y esto no es real. De hecho, en el artículo al que hacía referencia antes se mencionaba los problemas de fondo (las diferencias) que hacían que la mutualización del riesgo o la integración de la deuda finalmente no hubiera tenido el éxito deseado a nivel regional en USA. Sin mencionarlo apenas, la actuación del banco central podría dar tiempo a resolver los problemas de fondo. Pero eran problemas que había que resolver. ¿Y el crecimiento? Claro, el crecimiento todo lo matiza. Los problemas de deuda quedan matizados ante un escenario de recuperación. Luego veremos si la intensidad y solidez de esta recuperación es capaz realmente de hacer sostenible la deuda. Naturalmente, en este último tema debemos incluir el coste de financiación e inflación. Y sobre ambos, el tiempo que proporciona el banco central con su actuación.


¿Qué falla para que el crecimiento no se recupere? La recuperación comienza, en teoría, con la demanda exterior. Se fortalece con la inversión productiva, profundizándose con la demanda de consumo. Lamentablemente, comenzando por la demanda exterior lo cierto es que el crecimiento mundial lleva varios años ya frustrando las expectativas positivas creadas. Al final, un crecimiento relativamente estable pero por debajo de su nivel tendencial. ¿Por qué falta demanda final a nivel mundial? Siempre podemos decir que la recuperación de una crisis financiera/hipotecaria/económica no es nada fácil.

Pero, nunca en el pasado hemos tenido una política monetaria tan expansiva a nivel mundial como la actual (el tamaño de los balances de los bancos centrales superando en promedio el 30 % del producto). Y durante tanto tiempo. ¿La política fiscal? Sí, aquí podemos discutir sobre el riesgo asumido con la austeridad pasada. Pero a nivel conjunto esta posible respuesta se matiza para explicar la debilidad de la demanda. ¿Desconfianza? ¿cambio de modelo en emergentes? ¿excesos de deuda y precios que debemos aún digerir? Hay muchas posibles razones para explicar esta menor demanda (inversión y consumo) a lo esperado. Y su contrapartida, en términos de ahorro, quizás pueda ayudar a explicar el conundrum y la perplejidad con que muchos observan (observamos) el comportamiento de los mercados financieros.

¿Un círculo vicioso? Puede parecerlo. Los bancos centrales obligados a mantener las expectativas de unos mercados al alza ante una débil recuperación económica (Williams hoy mismo: inquietante la combinación de bajo crecimiento mundial y tipos nulos).... ¿puede esta dinámica al alza de los mercados estar perjudicando la recuperación de la demanda final?. Pero todo puede ser algo más complicado si lo pensamos un poco.

Por ejemplo, ¿era el crecimiento de la demanda final en los noventa sostenible? Este fuerte aumento de la demanda que explicó tasas de crecimiento mundial promedio desde mediados de los noventa hasta 2005 bien por encima del 4.0 % tuvieron una doble base: un aumento del endeudamiento y fuerte aumento paralelo de la población activa a nivel mundial. Temo que ninguno de estos dos factores pueda volver a actuar como motor de la demanda, lo que nos deja en un escenario de impasse con respecto a la demanda final. Y cómo he dicho antes, la política de los bancos centrales, sin duda beneficiosa a corto plazo, puede no serlo tanto si se perpetúa en el tiempo. Pero, naturalmente, esta conclusión es debatible. De hecho, todo lo es en estos momentos.


José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




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