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Dólar, débil; Euro, ¿qué?

Santiago Niño Becerra - Martes, 13 de Febrero

Ya ha sucedido antes: el dólar USA baja y el euro sube; vale, ¿y?.

Las razones extendidas para explicar lo dicho, las oficiales, vamos, Uds. las conocen: que si diferenciales de tipos, que si enfriamiento del mercado inmobiliario USA, que si buen ritmo de la economía europea, que si los déficits gemelos USA, ... Pero, ¿hay más?, ¿puede haber más?.

Cuando algo sube -o baja- respecto a otro algo, las posibilidades son varias. Puede que el primer algo vaya peor que el segundo algo, puede que el segundo vaya mejor que el primero (estarán de acuerdo en que ambas posibilidades son distintas), puede que el primero vaya fatal y el segundo simplemente mal; pero hay otra: que los dos algos vayan mal o requetemal y, por razones varias, el segundo sea más valorado que el primero.

Está comúnmente aceptado que la economía USA está desacelerándose y que muchos de sus indicadores son malos, del mismo modo lo está que la economía europea ha entrado en una senda virtuosa. La primera aceptación creo que no es discutible, aunque uno de los principales parámetros que lo denotan prácticamente nunca es introducido en el razonamiento: la deuda total, tan descomunal ella, del conjunto de la economía USA. La segunda, sin embargo, si, pienso, es preciso discutirla.

La economía de la UE no está bien por mucho que a muchos se les haya metido en la mollera que lo está. Podríamos empezar a desgranar macroegregados y socioagregados para demostrarlo, pero, por encima de eso, existe un argumento esencial: el enorme desequilibrio existente entre las distintas economías que conforman la UE.

La UE es una entelequia que existe porque su existencia es conveniente. USA, antes de su Guerra Civil, era un mosaico de territorios con escasos aspectos en común y con abundantes divergencias. La Guerra Civil que sacudió USA entre 1861 y 1865 fue horrorosa, de una violencia y una crueldad inimaginables, pero después, y al margen de los costes que la población tuvo que soportar, el país comenzó a caminar en una sola dirección, con discrepancias y diferencias, pero en una sola dirección.

Europa ha sido vapuleada por innumerables guerras entabladas por los distintos estados que han ido formando su mosaico; hoy ya no hay guerras en Europa, pero las piezas del mosaico continúan sin caminar en una sola dirección; se dice que si, pero, en realidad, no es así. Los desequilibrios, las diferencias, entre las piezas del mosaico son abismales y no existe un cemento que las una. ¿El euro?, el euro no es más que otra entelequia cuya existencia también es conveniente.

La economía europea, ¿qué es?; que la economía alemana represente el 30% de la europea, ¿cómo se encaja en esa economía europea?, que la tasa de pobreza española es casi el doble que la danesa, ¿cómo de integra?, que el estado de las cuentas públicas italianas en nada se asemeja al de las finlandesas, ¿cómo se digiere?; ¿qué demonios significa ‘la economía europea'?. Georgia es uno de los estados más pobres de USA, pero, en USA, no pasa nada; Bulgaria es uno de los países más pobres de la UE y, tal y como está ésta diseñada, si pasa, pero no se quieren asumir las consecuencias de eso que pasa.

USA no va bien, pero conviene creer que Europa si. ¿Para cuando la frase?, ya saben: "Europa va bien". (Lo peor del caso es que nos lo estamos creyendo).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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