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Jóvenes (más) ? y 2

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 28 de Febrero

El texto de ayer fue una primera parte.

Una primera parte que ponía los pelos de punta, pero que tan sólo contemplaba una parte de la cuestión, la otra parte afecta a quienes ya han finalizado sus estudios universitarios y tienen su título en el bolsillo (o un resguardo del mismo; ¿por qué se necesitará tanto tiempo para emitir un título universitario?).

Bien. Uds. sabrán que de todos las titulaciones universitarias que en el reino pueden cursarse, hay algunas que son especialmente difíciles debido, tanto a sus contenidos, como al nivel de exigencia que se solicita a las/los alumnas/os en ellas matriculadas/os; además, y aunque oficialmente no se admita, en una misma titulación esos niveles de exigencia pueden variar de una universidad a otra. Las ingenierías superiores se cuentan entre las titulaciones más complejas que cursarse puedan y, entre ellas, la ingeniería de caminos y la de telecomunicaciones son dos que forman parte de la flor y la nata de esa exigencia, aunque, también, la cota de preparación con la que finalizan sus titulados es emblemática.

Una muy buena amiga mía es madre de dos ingenieros titulados, uno en caminos y otro en telecos, que se formaron en uno de los centros más emblemáticos del reino en esos campos. Ambos realizaron prácticas en los últimos cursos, ambos presentaron sus correspondientes proyectos de final de carrera, por lo que los dos están facultados para ‘poder firmar'. Uno y otro llevan años trabajando como ingenieros en sendas compañías internacionales y, en términos profesionales, todo les marcha sobre ruedas; pero hay un pero, un pero tremendo que, por añadidura, no produce peras.

El titulado en ingeniería de caminos es remunerado con 1.500 euros mensuales, el titulado en telecomunicaciones con 1.600. Es decir, 21.000 euros anuales el primero de los citados, y 22.400 el segundo. Cuando me lo comentaron debí poner una cara bastante rara porque, prestos, me dijeron: "Hay compañeros nuestros de promoción que están peor".

Tras despedirnos me senté en el sillón de las meditaciones, encendí un cigarrillo y me puse a cavilar. Un porrón de años de estudio; una carrera contra el tiempo y contra un esfuerzo desmedido y continuado; un nivel de preparación que no es cuestionado por las compañías en las que están desempeñando sus funciones de ingeniero; todo eso vale 1.750 y 1.867 euros, de media, al mes. ¿Por qué?, me pregunté.

Las compañías en las que estos chavales están trabajando no tienen mácula en cuanto a explotación de sus trabajadores se refiere, por lo que la razón última es obvia: el mercado dice que las/los tituladas/os en esas ingenierías deben ser pagados con esas remuneraciones porque ... la demanda de esas ingenierías en relación con la oferta de las mismas se cruzan en un precio muy cercano al que a esos chicos les pagan su trabajo. Y ahora viene la pregunta del millón: ¿falta demanda de esas titulaciones referidas, o sobra oferta de las mismas?. (Y eso que aún no se ha puesto en marcha el sistema Bolonia, que cuando se ponga y titulados de toda la UE puedan desplazarse sin trabas por toda Europa, veremos donde se cruzan oferta y demanda).

No sé Uds. pero yo creo que si todo un ingeniero de caminos con experiencia y todo un ingeniero en telecomunicaciones con curriculum es normal que sean remunerados con esos importes, algo está pasando en el marco económico-social en el que nos estamos moviendo. No sé que es y puede que no lo sepa nunca, pero algo pasa, seguro. El problema es que, tal vez, su solución tenga unas consecuencias que ningún partido político de ningún país sea capaz de soportar, por lo que su solución tenga que esperar, por ejemplo, a que llueva de abajo hacia arriba.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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