La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“Wall Street es un riesgo sistémico, demasiado grande para caer. O una nueva percepción de la Bolsa”

Moisés Romero - Martes, 19 de Noviembre

wall street"Expertos e inexpertos, agitadores y pacificadores siguen enfrentados en una guerra sin final (siempre seguirán enfrentados, sea cual sea el nivel de los índices bursátiles): la valoración de Wall Street. Unos dicen que hay margen para seguir subiendo, porque cuando se terminen los estímulos de la Fed llegarán las buenas nuevas macroeconómicas y empresariales. Otros, que las valoraciones han llegado demasiado lejos y que ya han recogido los mejores escenarios posibles. En los últimos días salta a las mesas de negociación de los grandes bancos de inversión del mundo, apenas media docena, un término nuevo. Wall Street ha pasado de ser una Bolsa, la mayor Bolsa del mundo, a ser un  riesgo sistémico para la economía mundial y así ha que considerarlo en un futuro. En nuestra gestora entendemos que se ha dado un giro radical en la concepción histórica de la Bolsa como tal y que se ha convertido en un elemento más de heterodoxia política, fiscal y monetaria. Un asunto, entendemos, que merecerá mucho estudio y análisis en los meses venideros si estos fuera así", me dice el CEO de una de las grandes gestoras de fondos nacionales.

 

Mientras, Yellen aseguró el jueves pasado que la compra de papel no puede continuar de forma indefinida. También que la Fed valora los riesgos desde el QE de forma seria. Esto significa, en su opinión, valorarlos de forma continua especialmente ante los riesgos que reflejan. Y hoy por hoy, los beneficios exceden los costes. De hecho, llegado el momento (no ahora, repite) la Fed tiene margen para mantener una política monetaria expansiva tras iniciar las limitaciones en la compra de papel. "La compra de papel ha hecho un magnífico trabajo para favorecer al crecimiento y al descenso del desempleo".

Yellen rechazó también que el comportamiento reciente de los mercados financieros, especialmente de las bolsas, muestren indicios de estar creando una burbuja.

 

Otra visión diferente

"Sólo puedo decir: lo siento, Estados Unidos". Son palabras que pronuncia Andrew Huszar, exfuncionario de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y responsable del primero de los tres programas de estímulo económico orquestados por el organismo, conocidos como QE o Quantitative Easing. "El banco central sigue manteniendo estos estímulos como una herramienta para ayudar a la economía real. Pero el programa es lo que es: el mayor rescate por la puerta de atrás de toda la historia de Wall Street", en referencia al mercado e instituciones financieras estadounidenses. Estas declaraciones forman parte de un artículo de opinión firmado por el propio Huzsar y que recoge The Wall Street Journal, bajo el título de Confesiones de un Quantitative Easer.

En el mes de noviembre de hace cinco años, la Fed puso en marcha un programa de compras de bonos sin precedentes, que llevó al organismo a inyectar hasta marzo de 2010 la cantidad de 1,725 billones de dólares con la compra de deuda hipotecaria y pública. Por aquel entonces, el Congreso de EEUU ya había aprobado una nueva ley, el TARP (Troubled Asset Relief Program) para detener la caída libre del sistema bancario de EEUU, pero "el dolor económico seguía disparado", confiesa Houszar.

La Fed se planteó entonces ayudar a través de un nuevo programa de compra masiva de bonos. Tenía otros objetivos, pero el presidente de la institución, Ben Bernanke, dejó claro que su motivación central era incidir en las condiciones de crédito para los hogares y las empresas: reducir el coste del crédito para que más estadounidenses pudieran beneficiarse de ello y superar la recesión.

Cuando Huszar recibió la llamada de la Fed para capitanear ese proyecto ya no trabajaba en el organismo porque lo había dejado a principios de 2008. "Lo que me ofrecían era un trabajo de ensueño. Pero había llegado a creer poco antes que la independencia de la Fed se estaba erosionando. Sin embargo, al ver que muchos altos funcionarios del banco central empezaban a reconocer públicamente ciertos errores, acepté", escribe.

"Un comercio sin guión"

En sus casi 100 años de historia, la Fed nunca había comprado un bono hipotecario, prosigue el artículo que recoge el WSJ. Y "ahora, mi programa estaba comprando tantos en un comercio sin guión que constantemente nos arriesgábamos a estrellar la confianza global en los mercados financieros. Eso sí, trabajábamos febrilmente para preservar la impresión de que la Fed sabía lo que estaba haciendo".

Pero a pesar de la retórica de la Fed, señala Huszar, el programa no estaba ayudando a hacer el crédito más accesible para el estadounidense medio. Los bancos daban cada vez menos préstamos. Y más preocupante aún, fuese el crédito que fuese el que estaban concediendo, no era mucho más barato. "Al final era Wall Street quien se embolsaba la mayor parte del dinero extra".

"Desde las trincheras", otros funcionarios de la Fed también comenzaron a expresar la preocupación de que el QE no estaba funcionando según lo previsto. "Nuestras advertencias cayeron en oídos sordos, y la única obsesión parecía ser qué decían las más recientes encuestas de expectativas de los mercados financieros. Lo siento, contribuyente de EEUU", confiesa Huszar.

El primer QE finalizó en marzo de 2010 y su balance final confirmó que supuso tan sólo un alivio trivial para el ciudadano, para la economía real, pero sí una auténtico golpe, en el sentido positivo, para Wall Street, que experimentó su año más rentable en 2009 y 2010 empezó casi de la misma manera. Los bancos también disfrutaron de enormes ganancias y sacaron provecho de su tenencia de unos valores crecientes y unas enormes comisiones de la mayoría de transacciones de intermediación de la Fed.

Pero sólo unos meses más tarde, después de una caída del 14% en el mercado de valores de EEUU y de una renovada debilidad en el sector bancario, la Reserva Federal anunció una nueva ronda de compra de bonos: el QE2. El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, calificó inmediatamente la acción de la Fed como de alguien que "no tiene ni idea". Entre noviembre de 2010 y junio de 2011 imprimió 600.000 millones de dólares adicionales con la adquisición de deuda pública.

"Fue entonces cuando me di cuenta de que la Fed había perdido la capacidad de pensar independientemente de Wall Street. Desmoralizado, regresé al sector privado", confiesa Huszar.

¿Y dónde estamos hoy? Pues en septiembre de 2013 la Fed puso en marcha el tercer y actual QE, por el que compra 85.000 millones de dólares mensuales. "Lo que sorprende en un país supuestamente de libre mercado, el QE se han convertido en la mayor intervención de los mercados financieros acometida por cualquier gobierno en la historia mundial".

¿Y el impacto? Incluso para los cálculos más optimistas de la Fed, en cinco años el programa de estímulos económicos ha generado tan sólo unos pocos puntos porcentuales de crecimiento. Por contra, expertos fuera de la Fed, como Mohammed El Erian, de Pimco, sugiere que la Fed puede haber generado un gasto superior a 4 billones de dólares para un rendimiento total de tan sólo el 0,25% del PIB.

En cambio, los bancos estadounidenses han visto triplicar desde marzo de 2009 el precio de sus acciones de forma colectiva. "Para el resto de Estados Unidos, suerte", señala el artículo del WSJ.

Debido a que las distintas ediciones del QE han ido bombeando dinero implacablemente en los mercados financieros durante los últimos cinco años, han eliminado la urgencia de Washington para hacer frente a una verdadera crisis: la de una economía estructuralmente defectuosa, añade Huszar.

"Incluso cuando se observa que hay deficiencias en el QE, el presidente Bernanke sostiene que un poco de acción de la Fed es mejor que nada. La cuestión es que la Fed está debidamente compensando el resto de la disfunción de Washington. Pero el banco central se encuentra en el centro de esa disfunción", concluye Houszar. "Ha permitido que el QE se convierta en la nueva política de Wall Street de demasiado grande para quebrar".

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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